martes, 28 de junio de 2016

Taberna El Poema. Barata, Buena y hasta bonita

Tomada de Minube
La taberna El Poema está en la Calle Alonso de Burgos, que va desde Ronda de Tejares a la Puerta de Gallegos. O más bien, a continuación de la plaza de San Hipólito.

Este local siempre ha tenido un restaurante, bar o algo desde que lo conozco, y fue hace muchos años con el restaurante Hispania. 
Ha cambiado mucho pero siempre ha tenido un algo especial: por el sitio tranquilo en que se encuentra, recogido, agradable, y cosa curiosa... siempre ha tenido buena cocina.
Ahora lo que hay es una taberna en que te ponen una tapa con cada consumición. Pero la tapa está bien hecha y abundante. Esa es la razón de que esté siempre concurrida: se tapea o casi come a buen precio. El problema es el derivado del éxito: los camareros no dan abasto, que lo compensan por su denodado esfuerzo y trabajo. A veces, eso sí, se les ve sobrepasados, aunque lo llevan bien.

Como se va la tapa de ensaladilla es generosa; el mollete era lo habitual, un bollito pasado por la sandwichera.
Con variedad de elección: huevos rellenos, anchoas, es lo que pedimos de carta.
Y como era viernes, estaban ofreciendo también paella, de marisco. Muy sabrosa y bien hecha. Con mucho tomate y pimiento rojo.

Además de la refrescante cerveza pedimos el medio de vino acostumbrado.
Como se puede ver, la relación de finos es muy amplia para una taberna de este tipo, en el que sobre todo acude gente joven.
Tenían finos de
El Gallo
Eléctrico,
Doblas, 
Saavedra, 
Cancionero, 
Cebolla, Los Naranjos,
Gran Barquero
Fino Andalucía


Pedimos finos de Los Naranjos y Saavedra.
Servidos en botella (rellenada), y bien de aromas y sabor indicando que tenían tiro porque estos vinos cuando no se consumen, y mñás en verano, ya sabemos que se pasan pronto.






 


La cuenta, para 6 cañas y 3 finos, salió por 15 euros. 
Muy bien, porque casi que comimos.

Una taberna a buen precio muy recomendable, y con muchas buenas opiniones en la red.












































































miércoles, 15 de junio de 2016

Cata de 6 vinos de la Bodega Félix Callejo


Noelia Callejo, enóloga de la bodega Félix Callejo hizo en el restaurante Arrow la presentación de los vinos que en Córdoba distribuye Narbona Solís.
La cita estaba al completo, y allí estrechos pero con un cálido ambiente (que el restaurante se empeñaba en enfriar con el aire acondicionado) nos juntamos un grupo numeroso de la Asociación de Sumilleres de Córdoba.
El restaurante en cuestión está en la calle Rafael de la Hoz, justo una paralela al Vial y detrás del Hotel AC.
Y hay que decir ante todo, que el personal de sala y de cocina trabajó a destajo para atendernos, sobre todo el de sala ya que el espacio era muy reducido.

Tras la presentación, Noleia mostró imágenes familiares del comienzo de la bodega y en la que actualmente trabajan 5 hermanos, dedicados a las distintas labores en las que se precisa personal: relaciones públicas, ventas, viñedo, vinificación, etc.
Entregó un bien cuidado folleto donde se mostraban los vinos que elaboran y los premios o reconocimientos que han recibido. De algunos, es apabullante el número de distinciones: Parker, Peñín, Tanzer, Decanter, etc. O sea, que había materia.

El primer vino fue un vino blanco, el Lebrero, variedad Albillo, del 2014. Aromas a flores, pera, y en boca ácido y amargo. Me pareció corto de aroma y excesivo su amargor, ya que se habían dejado las uvas con sus hollejos macerando durante ochos días, creo recordar. Después había pasado 11 meses en contacto con las lías. Todo ese potencial sólo empezó a notarse ya al final, en el que el vino se abrió.

Finca Valdelroble, un tinto con Tempranillo, Merlot y Syrah, ésta última sólo un 5%. Con 11 meses en barrica francesa.
El color era impresionante, casi opaco, mostrando unos tonos de juventud que invitaban a probarlo. De aromas, fruta roja, yogurt de fresa, algo de madera muy, muy sutil. Y en boca, cálido, pero también amargo como el blanco.
En este punto ya me pregunté el por qué de esa astringencia, que a muchos compañeros les parecía muy interesante. Según dos de ellos, el vino recordaba a los vinos de Burdeos de Saint Emillion. Como apenas los he probado, pues será así.

Flores de Callejo, un tinto con 6 meses de crianza y destinado a ser la punta de lanza en ventas de la bodega. Con fruta roja, fresca, aromas limpios pero justos. ¿A que no saben qué? También amargo, para mi gusto excesivo. De color: una maravilla.
Según Isabel Calvache hay días que no van bien para la cata, y que vienen determinados por fases lunares según reglas de la biodinámica. Y esa noche no era especialmente buena para la cata. ¿A que iba a ser eso?

Callejo, un  tinto Tinta del Pais o Tempranillo del 2013 con 12 meses de barrica. Con más notas de especias que los anteriores, una madera muy bien integrada. Y un poco menos amargo, y de persistencia media. 
De color, hace tiempo que no veía un vino de crianza tan bonito. Pero se quedaba en poco con lo que se veía en la copa.

Majuelos de Callejo, tinto del 2011. Con 5 años y un color con tonos bermellones y púrpura intensos. Con 18 meses de barrica y con aromas más intensos a fruta. Este vino era menos astringente, por tiempo y por crianza, pero el gusto de todos los vinos lo tenía también. Es como si fuera un marchamo de la bodega a todos sus vinos y que le haga reconocible. Apenas se notaba la madera, notas también balsámicas. Buena persistencia.

Gran Callejo, del 2009. Con 2 años de barrica y 3 en botella. Fruta muy madura, cacao el polvo. Diferente.
También con una pasada de color.
Pero a mi parecer unas notas astringentes y amargas que ya no deberían aparecer, pero...

Una cata que fue bien presentada, defendida con entusiasmo por Noelia, y en la que la bodega se volcó porque fueron muchos vinos y repartos generosos en las copas a los presentes.

El trabajo del equipo de Arrow con Arturo en la cocina es de elogiar. Sirvieron platos bien preparados, visualmente muy bien resueltos.
Ensalada de queso y mango,
Morcilla de Burgos gratinada con queso
Cecina con queso
Arroz caldoso de marisco.

Enhorabuena a su equipo.

Me quedó la reconcome de porqué notaba yo tanto el amargor. ¿Sería sólo apreciación mía o era cuestión subjetiva? 
Me metí en internet y encontré de las añadas catadas comentarios, de gente mucho más experta en estos quehaceres, que hacían mención a dicho aspecto y que tampoco veían como positivo.

En cualquier caso, una cata que brillaba por el trabajo que hacen en la bodega del manejo de la vegetación en suelo y del control de vigor de la viña. Cultivo en ecológico.
Y con unos colores de los vinos... impresionantes.















































viernes, 10 de junio de 2016

Restaurante Cuatro Manos

Los jueves que toca vamos al concierto de la Orquesta de Córdoba, y a la salida siempre tomamos algo camino a casa: unas tapas o una ración, y andandito que se hace tarde.
Pues con éstas, hemos visitado varias veces el restaurante Cuatro Manos, que hará como un año que abrió en la calle San Felipe. Una calle muy céntrica, y a cuatro pasos del Gran Teatro. Lo llevan dos hermanos que a su vez son hijos de una familia con varios restaurantes, o sea que conocen el tema. 
Más de una vez hemos visto que a la salida del concierto, los restaurantes de la zona reparten publicidad en esos jueves porque normalmente son más de quinientas personas que salen con ganas de tomar algo.

Antiguamente estaba el Juncal, al que un grupo de amigos tras el concierto cenaban como dios manda.
Y ester Cuatromanos ocupa su lugar, y el cambio con el anterior es total: en decoración y en estilo de cocina.

Dos cosas sorprenden: 
- la cocina a la vista, tras una cristalera y bien insonorizada, y libre de olores,
 y el jardín colgante, luminoso y refrescante.

Como tienen en su carta un apartado para tapas, la primera parte del local lo tienen con sillas y mesas altas. Son sólo unas cuantas tapas, pero hay desde entrantes, verduras, arroz, carne y pescado.

La carta de raciones es mucho mayor, muy completa y aquí los precios son a partir de 12 euros.

En cuanto a la comida, y en la que sólo hemos tapeado, pues nos gusta bastante las veces que hemos ido.
El precio de ellas es sobre 5 euros, pero son como medias raciones, por lo que el precio es bastante acertado con lo que ponen.

Hemos probado la ensaladilla rusa, cómo no? Bien hecha y abundante, muy bien decorada.

El wok de verduras, bien elaborado con unas tiras de verdura y sus fideos, no tiene nada que envidiar a una preparación de un local oriental.

La presa, que son tres filetes, viene con salsa de mijo, dulzona que hay a quien no le gusta ese contraste de sabores. Pero no es mi caso, a quien como dicen en mi casa, nada me cae mal en el estómago.

El risotto de setas ha sido el plato menos original de los que he probado. Cubierto de una salsa, demasiada y algunos trozos de boletus. Mejor hubiera estado algo más de arroz y menos salsa.

En cuanto a los vinos, finos claro, pues tenían el Caballo Cordobés, ya pasado porque aparte de que es el único que tienen no tienen expuesta su botella entre la estantería con los vinos de la carta. O sea, que no estaba muy fino el fino. Pero se comprende que apenas tenga tiro.

La lista de vinos, tintos, blancos, cavas,
es amplia y la mayoría alrededor de 15 euros, no está mal porque hay algunos que están bien de precio.


En resumen, un buen sitio para tapear, y alguna vez nos pararemos a comer más tranquilmente. Con dos tapas (generosas) y tres cervezas, menos de 15 euros.

Un sitio bastante recomendable, y muy bien atendido. Esperemos que dure su aventura, porque ayer por ejemplo estaba bastante concurrido (había varios extranjeros) pero alguna vez lo hemos visto bastante vacío. Y es que está subiendo mucho las opiniones de quien se acerca a este local y después cuelga en guías como tripadvisor.