miércoles, 25 de septiembre de 2013

De nuevo en el Bocaccio

Hemos hecho una nueva visita a este local, ya que uno de los componentes del grupo no pudo ir la primera vez. La oferta de tapa y cerveza se consolida en esta taberna, y por el módico precio de 1,5 euros puedes tomar bebida y tapa a a elegir. Esta taberna, que está en la céntrica calle de Fray Luis de Granada tiene una agradable decoración blanca en la pared, y el personal es atento y profesional. Son  rápidos y eficientes. No así las sillas y mesas elevadas de la entrada, o las mesas no son tan bajas, o las sillas no son lo bastante altas. Parece como si fuéramos hobbits que no damos la altura.
Las tapas están correctas y abundantes para su módico precio. Hay una foto con la relación de las mismas. Tomamos unos buenos calamares a la plancha y para que no hubiera problemas, pusieron dos para cada uno.


En cuanto a los finos pues de nuevo el Doblas estaba extraño, demasiado limado en todo que le hace perder su carácter: color pajizo, poca acidez, aromas extraños a fruta seca como orejones, y en boca nada de amargor. Una pena.
De los otros que sirven, Cancionero, Los Amigos y Gran Barquero, éste ultimo sin duda el mejor, un valor siempre seguro. Aromas de crianza biológica, seco, frutos secos, ligero amargor en boca.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

En el patio del Colegio de los Arquitectos

Esta semana hemos quedado en el patio del Colegio de Arquitectos que está en la muy céntrica Avenida del Gran Capitán. Es un precioso edifico modernista de 1907 y que destaca por sus ventanales  con arcos y decorados con guirnaldas. En el patio naturalmente sombreado por la vegetación se ha instalado un ¿bar? ¿ambigú? que es un remanso a la hora del aperitivo. La sombra y el fresco hacen de este sitio un buen local para quedar al mediodía.
La única pega es que sólo sirven patatas fritas y aceitunas. En cuanto a los que nos interesa, que son los finos, tenían tres: El Gallo, Doblas y Segunda Bota.  El Gallo, por ahora sigue corto por lo que no se comenta; el fino de Moriles Doblas estaba mal, pasado de color, sin amargor, y un sabor dulzón. El Segunda Bota no falla, estaba correcto como debe ser un fino de Montilla-Moriles: amarillo verdoso, buena acidez, algo amargo, aromas a frutos secos y levadura.
Un local curioso y agradable, de paso, para tomar una cerveza o un fino sin prisas y descansar, y pasar un buen rato con los amigos.
Fino Segunda Bota, Gallo y Doblas


miércoles, 11 de septiembre de 2013

De nuevo en El Coto

Terminó el verano. Y la vendimia está ya encima, con una calidad óptima, en la zona de Montilla-Moriles.
Bautzen (cerca de Dresden)
En la última cita nos ocupamos de contar las anécdotas de nuestros viajes veraniegos. En mi caso, viajar en coche a ver al hijo que vive en la bonita ciudad de Dresden y de paso hacer turismo en el camino: ver la Alsacia, la Borgoña y sus côtes. Apenas hubo pausa para una visita a bodegas, pero la retina aún guarda bien cuidadas espalderas, como si de un seto se tratara.
Este año he comprobado que se puede fermentar un mosto de Pedro Ximenez con presencia de madera de roble y se consiguen óptimos resultados. Espero poder repetirlo en esta vendimia aunque sean apenas unos cuantos litros. Por hora la uva entra con 13º de alcohol probable, cuando llegue a 13,5 o 14º será el momento más oportuno para los propósitos de hacer un vino blanco del año con buena acidez y un toque ligero de madera.
Champiñones a la plancha
Volviendo al mesón El Coto. Siempre hay un buen ambiente tabernero, en el buen sentido. El vino de la bodega San Rafael, fresco, bien hecho, con media crianza. Y de comer unos champiñones a la plancha, que creo que son de los mejores que he probado. Cómo un plato tan simple puede ser una delicia en la boca: siempre frescos, crujientes al masticar. Me encantan.
Este mesón es uno de los más recomendables para el tapeo en la ciudad, con adornos en exceso de toros y toreros, pero que forman parte de su gracia.