Es un pequeño mesón del centro, en la calle Doce de Octubre. Pequeño, pero muy bien aprovechado, con siempre buen ambiente, concurrido y con mucho orden... vamos, de los que al fondo siempre hay sitio. Su nombre hace mención a que incialmente, a principios de los años 70, era punto de reunión de monteros. Y de aficionados a los toros. Así que las paredes tienen poco sitio libre con los carteles de toros, cabezas de toro y trofeos de montería. Es también sede de la Peña taurina dedicada al torero local Finito de Córdoba y guarda en una vitrina uno de sus trajes. Ente otras actividades organizaron un viaje a México DF donde tendría lugar la confirmación de Finito, y que me recuerda al magnifico y ya desaparecido Pedro, pescadero del mercado de Ciudad Jardín, seguidor de este torero y que estuvo casi a punto de ir, él que nunca había ido más allá de Málaga y alrededores. También tienen una buena colección de sacacorchos.
Las raciones que sirven son muy buenas, así como el tapeo, carnes guisadas, salmorejo, flamenquines, pinchitos y otras delicias más. Y a un precio contenido.
El vino que catamos fue el Filigrana en rama de Bodegas San Rafael, y que ya hemos catado otras veces. Un vino bueno, agradable, con poco amargor, buen y amable paso. No es de los mejores, pero no defrauda y se puede copear dos o tres veces sin que nos pese.
No hay comentarios:
Publicar un comentario