martes, 13 de diciembre de 2022

Cata festiva de Navidad en la Asociación de Sumilleres de Córdoba


     Anoche un nutrido grupo se lo pasó estupendamente hablando, conversando entre todos, riendo, bebiendo y también tapeando en el Hotel Sojo Boutique.

     Al final, estamos más de cincuenta amigos que normalmente se reunen alrededor de las sucesivas catas, y además a aparecieron varios amigos a los que hacía años que no veía: José María Sabariego, Mara de Miguel; y alguno más que ahora no recuerdo su nombre, pero que fue una gozada para la vista y el buen sentir de la amistad.


    Dos buenos aceites
de oliva virgen extra nos recibieron a la entrada y sus colores verdoso y amarillo verdoso fueron el reclamo perfecto para empezar la cata.

 

De vinos había mucho y variado, todos notables y algunos sobresalientes, que por decencia y mala menoria prefiero no nombrar pero que dieron de sí lo que le pedíamos: una buena copa. 

   

En particular, disfruté con los cavas y espumosos que allí aparecieron, y es que cada día me gustan más dichas bebidas en cualquier hora y temporada.

   

     Desde este blog, deseo a todos los asistentes y a todos los lectores unas Felices Fiestas y que se celebren en la mejor y cercana compañía.

      

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Reivindicando el Perol Cordobés

 

Los lectores que lean Perol quizás les suene rara esa palabra, pero ya el sufijo cordobés es mucho más difícil de encontrar el significado, y relacionarlo con un guiso de arroz.

    Perol es una sartén de base honda, mucho más que una paellera y en que se puede añadir carne y/o pescado. Se debe añadir más agua de la precisa que para una paella, y además remover el arroz para que suelte el almidón y que éste una los granos de arroz y por tanto, que al servirlo quede en suspensión en el caldo o bien si no hay caldo, que quede servido como una bola. ¿Mande? Pues sí, eso es el Perol, que al estar hecho en un sarten honda y con más o menos agua nos dara el arroz mas o menos suelto. Esa mayor altura del guiso le da unos sabores característicos que es el perol.

    Perol también es el arroz que se sirve tras una serie de tapas abundantes, como pimientos fritos, chorizo, costillas, torreznos, tomate partío, y que se come a eso de las cuatro de la tarde, para adelante.

    Y Perol, es la reunión de amigos alrededor de lo anterior citado en el párrafo anterior y que consiste en ponerse hasta arriba de comer.

    

    Con el fin de aclarar lo que es el Perol Cordobés se celebró el pasado lunes en el Rectorado, bajo el auspicio de la Cátedra de Gastronomía dirigida pòr el catedrático D. Rafael Moreno, una jornada con hosteleros y restauradores cordobeses con el fin de poner en valor el Perol en la Retauración y el Turismo de Córdoba.

  

    Lo que quedó claro, es que llevar el concepto de perol al plato del restaurante no es sólo un plato con arroz más o menos caldoso, sino acompañarlo de unas tapas previas que hagan cerrar una comida con el arroz al final y unido al ambiente lúdico que envuelve un buen Perol.




martes, 29 de noviembre de 2022

Cata de varios champanes en Hotel Soho Boutique

    El lunes 28 de Noviembre nos juntamos un grupo de la Asociación de Sumilleres de Córdoba para catar champanes traídos por el grupo de cuatro amigos que forman A la Volé. Además les acompañaba el joven enólogo de la bodega Ossian (es decir, palabras mayores). En total fueron 6 vinos, dos de ellos tranquilos, es decir, sin burbujas, y cuatro champanes con los que mostraron todos ellos el recorrido de esta bebida a lo largo de los años.

    

    Tras mostrar la geografía de la zona francesa donde se cultivan las distintas variedades, cercana a la ciudad de Reims, capital de la Champaña, y recordar que al estar en la zona natural de comunicación entre Francia y Alemania, tras la Primera y la Segunda Guerras Mundiales, los campos quedaron esquilmados y en 1945 sólo habían 3,000 Has frente a las 45,000 actuales.

 

    El origen del champan, al parecer no era fruto del buen beber de Dom Perignon, procede del gusto por la burbuja que se impuso por la moda de los consumidores ingleses. La razón: así se evitaba una posterior o segunda fermentación a consecuencia del azúcar residual o añadido. 

    Así pues, se controlaba la segunda fermentación en una botella de vidrio resistente al añadir ya levadura y azúcar. La burbuja ahora controlada se convirtió en una bebida muy cotizada. Téngase en cuenta que el vino de la Champaña siemore ha estado asociado a la clase dirigente o alta sociedad, ya que era el vino especial que se tomaba en las coronaciones al Reino de Francia, y que se hacían precisamente en Reims. Precios altos, baja producción, personal selecto, dieron con que por sí sólo el champán representa un estatus a quien lo tomaba, o toma. Esto trajo y aún trae la cola que muchos nos planteábamos, cómo puede costar tanto una bebida que a veces es peor que un cava arregladito de precio, y para rebatir esa idea se planteó esta cata.

- Hure Freres - Vin Calir, del 2021, con Pinot Noir y 11º de alcohol. Este es un vino base, previo al champán y por tanto, no tenía burbujas. Este rosado era poco expresivo en nariz, si bien en boca hacía salivar por su elevada acidez y se hacía notar algo de fruta. Un vino seco, muy ácido que evolucionaba muy bien en la copa.


- Pol Roger, elaborado con vinos base de otras añadas, y de uvas procedentes de distintas zonas. Un reserva brut con 4 años de crianza con lías en depósito y con 9-12 gramos de azúcar. El vino tenía unas notas marcadas a panadería y levadura, y a manzana madura. Este vino es un ejemplo de los champanes del siglo XX, con excesiva producción, pero que en boca se mostraba muy vivo. Bueno de verdad.

- André Clouet 1911, en este caso la uva procede de un sólo pueblo y se trataría de un ejemplom de los champanes de segunda mitad del siglo XX. Hecho con Pinot Noir, se mostraba más seco y mineral en nariz, pero en boca era suave y más equilibrado con aromas a levadura. El vino contenía vinos de 1995 y otros años cercanos, y por tanto crianza de los vinos durante 20 años, y 6 años de crianza en botella con sus lías.

- Vouette & Sorbee, con Pinot Noir del 2019, color rosado, Brut Nature. Este era un ejempo de un campán del siglo XXI, en el que el vino procedía de una única pacela. Hecho con la mitad de las uvas sometifas a maceración carbónica, este vino natural de agricultura biodinámica, sin apenas correcciones de sulfuroso o accidez. Un vino con burbuja poco marcada en boca, pero más afilado. Un vino rico.

 

- YPrésien, con Pinot Noir y Menier, del 2018, sería un ejemplo de los champanes de los próximos 15 años. Burbuja bien presente y abundante, un vino afilado y redondo (a mi parecer y gusto, el mejor de la noche). La crianza sobre lías se hace durante un año, y tras el degüelle se rellena con vino del año siguiente. Sabroso, y el mejor.


- Olivier Horiot, con Pinot Noir, un vino con 12º de alcohol, muy baja producción: 1,300 botellas procedentes de 3 barricas borgoñonas. A diferencia de los anteriores el vino no tenía burbuja. En boca el vino era poco sobresaliente, aunque daba la impresión, por la acidez, que había algo de gas.

Tras la cata vino la cena bien preparada, mejor presentada y muy sabroso todo, con la que nos deleitaron los cocineros del Hotel Soho Boutique. Los merecidos aplausos a los representantes del vino, y a los cocineros cerraron una estupenda cata, a eso de las 23:30.

 

viernes, 18 de noviembre de 2022

La VidaBella, gastrobar, para comer bien a buen precio

     En el barrio de Fátima, Nuria en la sala y su pareja, en la cocina, inauguraron hace dos meses y gobiernan un nuevo restaurante que está bien de precio y se come bien. Tiene un buen menú del día por sólo 8,95 €, y poco más se puede pedir.

 

 
     En el menú había tres platos de primero que casi sirvió para comer dos personas (escogi fideuá con secreto y verduras), y de segundo dos platos (preferí revuelto de bacalao). La fideuá muy sabrosa, el revuelto estaba demasiado hecho el huevo. 
     También pedimos una ensalada de verduras, aguacate y gambones (cinco) a la plancha.
 
 
 

 
      Con estos platos comimos y dos postres dos personas por 23 euros.
 
     Una botella de vino de tinaja, con ocho meses de crianza en la tinaja, Fresquito de Pérez Barquero, también se pidió que costó 14 euros. Los vinos están muy bien de precio, y vale la pena pedir la botella y acabarla en casa.
 
 
 

De postre, en el menú se escogió el pastel de turrón, pero aparte nos hizo la boca agua el chocolate negro, blanco y con leche que formaban una verdadera tormenta de sabores. 

 






¿Qué más se puede pedir?

martes, 15 de noviembre de 2022

Bodega Vizar: D.O.P. Dehesa Peñalba


    Desde 2017 la Bodega Vizar posee certificación ecológica, estando plantados los viñedos en espaldera desde los años ochenta. Estos hechos y a que el viñedo estaba allí desde hace varios siglos. ha conferido a la bodega la certificación de Vinos de Pago desde febrero de 2022, y en consecuencia, perteneciendo a un club selecto de bodegas conocidos como Grandes Pagos de España.

    Su representante, una agradable, simpática y muy entendida del mundo del vino nos comentó las peculiaridades del vñedo, como que los vinos de Vizar contenían  una concentración de polifenoles hasta más de 200 veces que los que se determinaban en los vinos medios de la Denominación de Origen de Ribera del Duero, y sobre todo en antocianos. Las variedades son y en orden de cantidad de plantación: Tempranillo, Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon, en tintas; y Verdejo, en blanca.

    Pasamos a la cata, que se realizó en el salón del Hotel Soho Boutique que comenzó justo por dos vinos con variedad Verdejo, en este caso plantados en La Seca (Valladolid).


 

 

    Los dos eran ecológicos, el primero era un Vizar Verdejo con lías finas 2021. Un blanco diferente a un verdejo convencional. Algo cerrado en nariz, con notas de flores blancas. Buena persistencia en boca, con recuerdos a hinojo. Con una astringencia contenida que le daba un carácter de vino gastronómico, que pedía comida.

 

 

 

 

  

     El segundo blanco, era un Vizar Verdejo ecológico del 2018, 12 meses en barrica francesa y con notas a manzana madura, hinojo y miel. En boca aunque se le notaba acidez, era más fino de entrada que el anterior verdejo.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    El primero de los tintos, el vino de pago Vizar Prestigio 2018, contenía las cuatro variedades tintas: 65% Tempranillo, 15% Syrah, 15% Cabernet Sauvignon y un 5% de Merlot, y también con crianza en barrica francessa. Saltaba a la vista su alta intensidad en color, muy denso. Con suaves notas a fruta roja mostrándose como un vino muy elegante y fino en boca.

 


    El segundo tinto era Vizar, selección Especial 2019, con 50% de Tempranillo y Syrah. Muy denso, de capa por su alta concentración en polifenoles y antocianos. Nariz compartida entre fruta roja y fruta negra, en boca se presentaba algo seco, que se fue abriendo conforme avanzaba la cata.


     Por último, el Vizar Syrah 2015, criado durante 20 meses en barrica francesa, aparecía como un vino de una capa muy intensa, sin apenas las notas propias de su edad. La nariz con claras notas a violetas y fruta negra. En boca eran las mismas notas detectadas que en nariz. Sin embargo, era poco astringente, elegante y en definitiva, muy bueno. El mejor de la noche, sin duda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

    Tras los comentarios con la bodega sobre nuestras sensaciones con los vinos, se repartieron cuatro tapas muy bien elaboradas, y contundentes, para aquellos que quisieron comprobar cómo eran los vinos en una cata más informal.








sábado, 1 de octubre de 2022

Gin Bulevar: se come y se está bien en el bulevar

    Los Tabernícolas nos juntamos el viernes 30 de septiembre tras el parón veraniego, y a fe que había ganas de echar un rato. Decidimos tras alguna propuesta y duda hacerlo en un restaurante con una buena terraza porque el tiempo mejoraría (o empeoraría, teniendo en cuenta la sequía que tenemos en lo alto). 
    Y fue en Gin Bulevar, un local que es participado por un pariente de un conocido mio, el cual nos lo recomendó porque la idea que tuvieramos del Gin, no iba coincidir con la actual. Entre sus actualizaciones estaba la presencia de un buen sumiller como es Manu.



    Como somos degustadores y defensores del vino local, vaciamos algunas botellas del fino Eléctrico de Bodegas Toro Albalá. Y con el buen tiempo, el mejor ambiente y a la vista de la carta comenzamos la comanda.
 
 

    Tras el primer plato de ensalada, bien servido en ingredientes y preciosamente presentado,
 

continuamos con unos ricos torreznos, que a todos se nos hizo como una buena garguería para dar paso a los demás platos. Muy sabrosos (tanto que nos olvidamos de la foto), aunque una ración para cinco comensales se nos hizo corta, pero había más para pedir.
 
    Y lo que venía a continuación, sí que era una novedad para nosotros: entre finos picos de pan habían situado un tartar de salchichón Sendra. Sí, ese que cuesta más que muchos cortes de carne fresca. Y estaba de lujo. Tengo que sorprender algín día a invitados a mi mesa con un plato parecido.
 


Seguimos por unos bien fritos, salmonetes, muy frescos de sabor.
 


Para cerrar el capítulo de pescado, nos decidimos por unas tiras de choco. En la foto aparecen dos tiras, porque las otras estaban ya comidas (cosas del comer).

Parecido pasó con el lagarto de ibérico, que por poco si no le dio tiempo a presentar su mejor cara.



Para redondear, unos postres a los que pocos se decidieron y por los que todos atacamos. Y todo, que si nos vamos que si no, aún sin saber que estaríamos allí hasta que nos dijeron que ya estaba bien (a eso de las ocho y media de la tarde, tras cinco horas y media) en la qie redondeamos con los típicos cubatas y agua con gas, según las apetencias o no de cada uno.



 

Como digo, tras echar allí la tarde nos salió por pareja a 62 euros. Aparte la propina.






miércoles, 29 de junio de 2022

Vinos de la bodega del Marqués de Murrieta

Según la bodega y los sumilleres de Córdoba, que hacía tiempo que queríamos encontrarnos, la visita ha sido fruto de paciencia y buen hacer. Eso mismo demostró Beatriz, representante del Marqués de Murrieta, que aguantó más de dos horas hablando de bodega, ilusiones, historia, vinos y futuro.

    La bodega del Marqués de Murrieta comenzó con Luciano Murrieta, quien a la vuelta de las Américas (Perú) decidió hacer del terreno de la propiedad familiar en la Rioja Alta, un viñedo parecido a los que había ya por Francia. Los vinos de Rioja eran en 1848 muy poco conocidos, y como mucho el Sherry entre los vinos nacionales, por lo que se puso mano a la obra, y a fe mía, que consiguió llevar barricas a muy distintas partes del mundo para dar a conocer su vino y su Finca Ygay (1877).

    Los Murrieta dejaron la propiedad por venta a la familia de Vicente Cebrián en 1983, y desde 1996, su hijo Vicente Dalmau dirige con la maestría de la enóloga María Vargas, quien comenzó en el 2000.

    Las 300 hectareas de la Finca se han calificado en 30 Pagos, en los que los terrenos arcilloso-calcáreos se analizado por suelo, altura y calidad de los vinos obtenidos. En esta finca se cultivan las variedades tempranillo, mazuelo, cabernet sauvignon (autorizada porque se plantó en los años cincuenta), graciano, y la viura como única variedad blanca.

    En la zona de albariño tienen 12 hectáreas de la finca Pazo de Salnés.

    Justamente por un vino gallego comenzó la cata. El Pazo de Barrantes de 2019: 

  

un vino con aromas a hinojo, acacia (por las barricas de acacia donde madura un 15% del total)... Excelente aroma de un vino sin fermentación maloláctica, ya que la temperatura de fermentación es de 10ºC y que dura la friolera de 60 días. Tras los 18 meses de botella. En boca se nota la fresca y profunda acidez de sus 7,9 g/L. Todo haciendo que en boca se muestre como un vino redondo. Bien comenzó la noche.

    El segundo vino, también del Salnés fue La Comtesse de 2017, un albariño 

 

 fermentado en tino de roble francés a baja temperatura, con 12 meses en barrica, muy aromático, y como todos los que tienen tratamiento de lías y barrica, cerrado al principio, y muy fino en boca.

   Pasamos al tinto Marqués de Murrieta Reserva del 2017. Todos los tintos tienen la  

categoría de reserva como mínimo, y éste es la base de los demás. ¡Casi ná!. Mucha fruta roja y negra, rosas y moras. Con una boca cálida, con una astringencia contenida. Me sorprendió que la madera americana le diera un olor distinto a su sabor en boca. Un vino para comer (sobre 20€).

    El roble francés se expresaba claramente con el tinto Dalmau del 2017. Muy  

diferente al anterior, más moderno por el efecto respetuoso de la madera. Con mucha fruta, y a diferencia del anterior, sabía igual que olía. Un vino excelente a todos los pareceres.

    Luego vino un blanco, el Capellanía 100% Viura 2016. Con aroma a panadería,

 

hierbas aromáticas, pero a mi parecer se quedaba como muy afilado, corto en boca. Eso sí, muy elegante. Un vino de la añada anterior recibió la calificación de 100 puntos Parker, el primero que se concede a un blanco español.

    El último de la noche fue el Castillo de Ygay 2011, con Tempranillo y Mazuelo.

 

    Algo sorprendente, porque parecía que el Dalmau estaba más conseguido, teniendo en cuenta que se elabora cada cierto tiempo, cuando el enólogo determina que la calidad de la uva lo permite. Pero el vino a los diez minutros de abierta la botella, empezó a abrirse y aquello era un espectáculo de finura, templanza y buen sabor de boca. 

    Tras la cata vinieron las viandas, que consistieron en abundamtes platos de queso, muy buenas chacinas, tomate de huerta alcoleana con generosos troncos de caballa y lomitos de cerdo ibérico guisados. Todo muy rico, aunque algo diferente de las compañías gastronómicas que sugerían en la bodega para sus vinos. ¡Qué se le va a hacer!











sábado, 25 de junio de 2022

Cata del tinto de Extremadura, V Nadir 2018, de la bodega Pago de las Encomiendas

    Ganas había de colgar una cata sobre un vino, y en este caso sobre una bodega a la que tengo especial respeto por la calidad de sus productos: Pago de las Encomiendas, situada en Villafranca de los Barros (Badajoz).

    Es un vino tinto elaborado con las variedades Tempranillo, 60%, Syrah, 30% y Graciano 10%. Últimamente en Extremadura se elaboran tintos con variedades portuguesas, bien adaptadas al clima de la raya extremeña que divide los dos lados del Guadiana, pero en el caso de este vino, V Nadir del 2018, se mantienen las tres uvas antes citadas, que todo hay que decirlo tienen sus reflejos en las correspondientes variedades lusas. 

   Fermentado en barrica y criado 12 meses en barricas de roble francés Allier de quinientos litros.  

    De color intenso y atrayente: rubi profundo, sin defectos, brillante. Limpio y con el corcho espléndidamente cerrando, bien hecho el vacío tras embotellado.
   

    En cuanto a nariz, no es de la intensidad que el Xentia, su hermano mayor, aunque tiene aromas de notable intensidad, y todo ello muy limpio. 

 Aromas de fruta roja y negra. Sobresale el olor a cereza, mora, y pimienta negra.  

En la comida es el compañero perfecto por su mediana astringencia, contenida, que hace que el sorbo se mastique mejor. Apenas se notan los 14,5 grados de alcohol, porque el cuerpo que muestra lo hace sedoso y potente a la vez. 

¿Debo concluir que me gusta este vino? Pues sí, no lo voy a negar.

 


 

domingo, 22 de mayo de 2022

Capitá Vidal, Fuchs de Vidal y Palau Solá. Marca, y cavas de buena calidad

    Esta marca de cava, Capital de Vidal, ha sido un descubrimiento. La primera toma de contacto fue hace dos semanas en fenavin. La bodega tiene varios vinos y en particular el Palau Sola, y el Fuchs de Vidal de más crianza se caracterizan por una muy buena doble fermentación y crianza. Se elaboran con Xarel·lo, Macabeo y Parellada. Sin defectos y con el paladeo de los vinos indicando un buen tratamiento de lías finas. Nada afilado, redondo. No soy experto en cavas pero mirando las notas de cata de distintas páginas, parecen dar idea que no lo han probado recientemente, puesto que son de 2017 como mucho.


Da gusto encontrarse con vinos, con 12% de alcohol, que suponen una muy buena calidad a un precio excelente, ya que la pareja de Palau Sola y el Fuchs de Vidal sale por 14 euros.

A mi parecer una ganga.