miércoles, 25 de octubre de 2017

Bar Musa. Sí, como la mayonesa de Córdoba



 

El Bar Musa está en la calle García Lovera. 
Una agradable calle peatonal y céntrica.
Aún a pesar de ser una calle corta ya tiene tres bares, y como todo, es posible que no haya clientes suficientes para todos ellos. 

Esta calle, García Lovera, es tranquila y se disfrutaba estando en la calle tomando algo con los amigos.
Por cierto, en un periódico leí que el quedar de tertulia con los amigos es de las mejores rutinas que se pueden tener para estar y sentirse mejor.

Antes del Bar Musa estuvo el Bar Ismo, que nos sorprendió por ser uno de los pocos que habíamos encontrado sin vinos de la DO Montilla-Moriles. 
El Ismo no duró mucho, los dueños se implicaron mucho, pero no pudo ser... porque hay muchos bares en cualquier rincón de nuestra ciudad, y hay que ajustar precio y calidad.

El otro día quedamos en el Musa. 
Le pregunté al amable camarero y nos aseguró que no tenía que ver nada con la fábrica de mayonesa de Musa, más bien que a la dueña le gustaba su sabor, su nombre, y hasta la grafía.

Al servir la primera consumición nos regalaron una buena tapa de salchichón. Me encanta ese embutido. 






















Por cierto, esta semana última de Octubre y la primera de Noviembre hay por primera vez una serie de interesantes actividades relacionadas con el jazz, llamado Qurtuba Jazz: conciertos, películas,... Hasta un concierto el domingo 29 de octubre a las 12:00 de una big band en el escenario de un cine de verano.
Hay una asociación de amigos del jazz que parece que se están moviendo para promover buenas actividades.


La carta del Musa es limitada. Van cambiando de platos, pero parecen bien escogidos.

Ese viernes tenían preparado una buena fuente de verduras para acompañar con cuscus o arroz, pero la empezarían a servir a partir de las 3. Muy tarde para nosotros.

Nos decidimos por la cuña de tortilla de patatas. Un generoso trozo de jugosa tortilla. 
Y como nos gustó, pedimos el calabacín como provolone y pesto. Muy rica combinación.

El caso es que nos gustó este sitio. Con buena decoración interior, y a muy buen precio. 
Posiblemente son las principales cualidades, junto con una buena atención, para que al menos le deseemos buena suerte.

Y sí, tenían vino de Montilla-Moriles. El Saavedra y el Cancionero. Dos buenos vinos finos.

La cuenta bastante reducida. El medio de fino a 1,30 €. Hace poco estuvimos en un nuevo bar que tenían el fino a 2,90 €!!!! Una locura.


O sea, un sitio, el Musa muy recomendable para esa tapa en un bar del centro.











viernes, 13 de octubre de 2017

Altair, Sabor de la Dehesa: conocer los cortes de carne ibérica, y luego probarlos

Con la carne de cerdo ibérico nos ha llegado un número de cortes de carne que muchos desconocemos de qué parte del cerdo proceden. 

Aparte de los conocidos solomillo y lomo, que se conocen del cerdo blanco, los nuevos cortes como presa, pluma, abanico o secreto nos suenan y los hemos comido (al menos en mi caso) pero sin saber de qué parte provienen. 
Y como yo muchos de los que nos juntamos en casa de Joaquín Morales convocados por la Asociación de Sumilleres de Córdoba gracias a la empresa Altair Sabor de la Dehesa.
Esta empresa se ha especializado en suministrar los cortes de cerdo ibérico de bellota, y tienen su sala de despiece en Belmez. 

Para comenzar la cata-cena se pasó un video en el que se explicaba el origen de las piezas que se pueden comprar.

Acudieron el veterinario de la empresa y el delegado comercial de Sabor de la Dehesa, y comentaron que hay cortes como la pluma que apenas hay oferta porque a muchos cocineros franceses les ha dado por esa pieza.

Y para demostrar lo que se puede hacer con estas carnes se organizó una magnífica cena en la que los tres cocineros que nos han obsequiado con sus creaciones en otras citas: Antonio Jesús Requena, Daniel Plá y Miriam Cózar. Y sin olvidar a Araceli, la mujer de Joaquín.

Probamos lomo, secreto, costilla, entrecostillar, flamenquín de pluma y presa.

Haciendo un resumen.
Los platos, todos muy sabrosos. 

Por ejemplo, el lomo lo preparó Antonio Jesús con verduras preparadas al estilo oriental y la carne cubierta con miso.

El flamenquín de pluma ibérica, queso y pimiento, creación de Daniel era un plato sobresaliente. Vamos, espectacular, porque se fundían los sabores y al queso. 
No creo haber probado un plato igual en mi vida, con la sutileza de la carne y los demás ingredientes perfectamente unidos.
Este plato se puede probar en Horno San Luis o Sojo Fusión, pero no es lo mismo.

Y Miriam preparó un corte de presa, a horno lento, que consiguió que se deshicieran en la boca los filetes de presa: rosados, en su punto de hechura. Y combinados con un guacamole con trozos de fresa.

En casa cuando preparo la carne ibérica nos gusta acompañarlo de puré de patatas, para hacerlo más ligero. Pero nunca se me habría ocurrido darle el toque ácido de la lime con el guacamole. Lo probaré la próxima vez.

A base de tanta carne pues la cena se hizo un poco pesada, pero bien valió la pena el esfuerzo, y poder degustar los cortes de ibérico y las elaboraciones de los cocineros.
Una verdadera suerte y maravilla.

La cena se acompañó con vino que había en la bodega de Joaquín, y de otros compañeros. En particular me encantó la manzanilla que trajo Gertyrudis de Sanlucar de Barrameda, creo que procedía de la bodega Generación (como decía aquél,... primera noticia).


También había tinto Yllera reserva del 2006, aún con fuerza y sabor, vino natural de Marenas Syrah 2006, un magnum de Zerej, etc. 

Una magnífica cata, en la que poder hablar con los compañeros y tener una agradable tertulia aprendiendo de lo que lo se traen entre manos.
Después, el paseo rápido en bici de vuelta casa puso las cosas en su sitio.



martes, 10 de octubre de 2017

La Tertulia, asador, y el Rincón de Paco, marisquería. Ambos están bien

Últimamente hemos estado en dos bares o tabernas que son bastante peculiares, porque se han especializado en platos que se salen un poco de lo común.

El Tertulia es un asador muy particular. 
Está en la Av. Gran Capitán, esquina con Alhaken II, lo cual significa que hay siempre un entretenido paseo de viandantes; y como se puede imaginar, las mesas ocupan buena parte de la acera, y bien protegidas del sol por las sombrillas.
Se está bien allí, el local es nuevo y parece con mucha asistencia de personal.

Si uno entra en el amplio y diáfano comedor, el asador propiamente dicho es pequeño: un horno calentado por carbón vegetal. ¿Y cómo hacen para atender los asados de su carta? Pues los platos los asan previamente, y ya si los pides te los sirven algo calientes, puesto que es hacer la comanda y a los diez minutos el plato está ya en la mesa.

Hace unos días estuvimos en un asador que asaban los pollos con madera de olivo. Algo digno de mención, aunque está lejos,... en Villanueva del Arzobispo (Jaén). 
Este negocio, el de La Tertulia, es local y no se trata de una franquicia, como otros bares de esta céntrica avenida.

El plato pedido fue el picantón (sin relleno como dice la carta) y bien sazonado. Bueno, tal como aparece en la foto relleno de patatas paja.
Por 9,95 € comimos una buena ración para los cuatro, si bien debo decir que la carne estaba más seca de lo que me hubiera gustado.

En las mesas de al lado parecía que se habían decantado más por el cochinillo, y no por el pollo picantón como nosotros.

El personal es rápido y eficiente. Todos llevan su ropa de trabajo y mandil, y creo que es excesivo la equipación, poco cómoda para moverse entre las mesas y por el calor reinante.
A diferencia del siguiente bar que comentaré no sirven nada, digamos de cortesía, con la consumición.

El fino que se puede tomar... pues, el Tertulia, para qué más vueltas.











El otro bar es el Rincón de Paco, en la calle de la Radio, detrás del Vial. 
En este mismo sitio ya se instalaron dos negocios, y esperamos que a este le vaya bien, porque cualidades tiene.

Al estar en una calle más tranquila, en los veladores de la acera se está bien reservados del bullicio que había en el anterior comentado.

Eso sí, sirven unas muy buenas tapas con la consumición. En la primera cerveza trajeron atún encebollado y cuando llegaron los demás, ensalada de pimientos.

El personal, muy profesional y atento, vestido como suelen los camareros, de riguroso negro, se movía con soltura, sabiendo llevar su negocio.

Este Rincón proviene de Torre del Mar (Málaga) y según me dijeron unos que son asiduos en Torre del Mar, el pescado es quizás mejor que allí. 
Es un bar con mucha clientela, de los negocios u oficinas oficiales cercanas: queda escondido, tranquilo y se come bien.

La especialidad son los pescados y mariscos.
Pedimos unos mejillones al vapor, bien grandes. Aunque el precio era según mercado, extraño cuando los mejillones no faltan en ninguna época del año. En cualquier caso, 9 € salió la ración. 
Ricos, aunque el caldo no era del vapor como hacemos en casa: sólo los mejillones en la cacerola, y el caldo sabe a mar.
Es decir, que no apetecía emplear una valva como cuchara.

Tenían tres clases de fino: Doblas, Tertulia, Eléctrico.
 Bien el Eléctrico, extraño y apagado el Doblas, aunque a alguno le parecía justo lo contrario.

La cuenta, 17 €. O sea, que muy bien. Un buen sitio para tapear por el centro, y ya es la segunda vez que voy, y en ambas me ha gustado la visita.