lunes, 25 de abril de 2016

Taberna El Aguador, en la semana de la Cata de Vinos de Montilla-Moriles 2016

 La Taberna El Aguador está en la calle Santa Eufemia, al final del Vial, y junto a la Av. Almogávares. Es un local que pertenece al Grupo La Carbonería , el cual lo forman al menos seis tabernas o restaurantes. Su evolución ha sido sólida y meteórica, tanto que en la puerta exhiben con orgullo su pertenencia a dicho grupo, y que ya es un signo de solvencia y buen hacer en cuestión de restaurantes en Córdoba.

El Aguador está muy bien situado, quizás con algo más de ruido de la cuenta porque el Vial está al lado, aunque en la terraza estábamos realmente cómodos.
Cada vez que pasaba en bici cerca veía que había mucho público, y eso que no sirven tapas acompañando la consumición: había que comprobarlo.

La carta está bien resuelta, con bastantes sugerencias. Y los camareros, solícitos y rápidos, nos cantaron lo que había fuera de carta. En ese canto siempre va, al menos yo, pensando en censurar varias opciones, por el precio, porque se queda uno sólo con lo más llamativo, y después vienen las lamentaciones. 
Fuera de carta habían unos buenos boquerones fritos, que en la cuenta se ve estaban a muy buen precio y el plato bien servido.
El pescado estaba muy sabroso, de buen calibre, y fresco; si la fritura fuera algo menor de tamaño, hubiera quedado mejor a la vista, pero como lo que cuenta es el sabor y la frescura, la ración era muy, muy decente.
Ah, y servido casi de inmediato: calientes, como si estuvieran esperando en cocina nuestro pedido.

En cuanto a los vinos finos. 
Tenían de Doblas (Moriles), Eléctrico (Aguilar de la Frontera) y Amargoso de El Gallo (Cíordoba). Como aparece en la foto, para gustos colores.
El Doblas, es uno de los vinos que más puede cambiar de un sitio a otro, o más buen que esta bodega tiene tanta demanda que no puede servir la misma calidad. Creo que estaba al límite de picarse. El mismo vino y el mismo día lo probé en la Taberna Yerbabuerna, y parecía otro vino, mucho más fresco y sabroso.
El Eléctrico, bien como siempre, y en su línea de apenas crianza el Amargoso. 

Se me olvidó pedir la carta de vinos, ya que en la de los platos los vino no aparecían. Esto viene a cuento del apoyo que debemos da a los establecimientos que tienen una buena oferta de los vinos de Montilla-Moriles.

El precio, ajustado, tanto la bebida como el plato. Y es que esta gente de la Carbonería han aprendido rápido y bien. Un buen sitio para tapear y comer a buen precio.

Postdata: La semana pasada se celebró la 33ª Cata del Vino Montilla-Moriles. Parece que ha sido un éxito de asistencia, sobre todo de los jóvenes, por lo que se está pensando organizar otra exhibición de vinos de Montilla-Moriles en otoño. 
Ha habido buena organización y una programación acorde con el impulso que se quiere dar a nuestos vinos. Enhorabuena a todos los que lo han hecho osible.

En el debe de la cata está el que se convierte en una celebración primaveral más, y que una vez terminada hasta el año que viene apenas si hay contacto con los vinos de la tierra. Pero eso no es problema de la cata, sino de los usarios.



















lunes, 18 de abril de 2016

Cata de aceites con Alfonso y Joaquín

 Alfonso J. Fernández es un experto catador de aceites de oliva y ha divulgado cómo realizar una cata de los mismos en múltiples certámenes y foros. Pues con él tuvimos la suerte algunos de la Asociación de Sumilleres de Córdoba de celebrar una en casa de Joaquín Morales (de Pura Cepa Catering Gourmet).

La charla-cata fiue muy entretanida y didáctica, tanto que se nos pasó el tiempo como en un ususpiro. 

A modo de resumen anecdotario, de hechos que desconocía, comentar que el olivar representa el bosque cultivado más grande de España, ya que llega a tener 300 millones de árboles; y que en nuestro país se contabilizan 260 variedades.

Muchos ya sabrán acerca de las copas azules empleadas para las catas, y que básicamente la cata consiste en tres fases:

1. Determinar la intensidad del frutado: desde ligero a intenso

2. Indicar la naturaleza del frutado: maduro o verde.

3. Probar el aceite y determinar sin tragarselo, en primer lugar, las notas de retrogusto; y luego al targarlo evaluar el amargor o astringencia.

Los aceites catados fueron cuatro y todos ellos de gran calidad, y quien quiera comprobarlo puede ver las distinciones y premios obtenidos por cada una de las almazaras:

- Casas de Hualdo, de El Carpio del Tajo, variedad arbequina.

- El Lagar del Soto, de Pozuelo de Zarzón (Cáceres) DO Gata-Hurdes, variedad manzanilla cacereña. 

- Spain in Love, de Oliva de Mérida (Badajoz), con una mezcla de variedades.

- Oleo Estepa Selección. DIO Estepa. variedades Hojiblanca y arbequina.

En el casi de Oleoestepa, una de las cooperativas oleícolas más eficientes, tengo que mencionar a José Humanes, padre de Lourdes Humanes, brillante veterinaria yque estuvo un tiempo en nuestro departamento. José Humanes ha sido uno de los mayores expertos en olivicultura de nuestro país.



Entre otras actividades, en la cata comprobamos cómo el aceite cuadra perfectamene, no sólo con ensaladas, sino con macedonia de frutas o con helado de vainilla.
Con la fruta, la naranja y el aceite combinan excelentemente. Tan bien que hay platos como la naranja con bacalao, que en mi caso siempre me lo demandan cada vez que hacemos la comida con los del trabajo.
 









En esta foto se muestra la mantequilla de aceite, preparada en frío con manteca de cacao que apenas le aporta sabor y mezclada con aceite. 
Al probarla sobresale en boca la astringencia del aceite, consiguiéndose un efecto muy curioso.




 
 Y tras la cata pasamos a traginar y hablar probando el exquisito queso, de Calaveruela en la Coronada (Fuente Ovejuna), y los magniíficos ibéricos que sacó Joaquin.




- Para beber, Isabel Romero (RB) nos trajo dos vinos de Ronda, de la Bodega Kieninger, variedad Zweigelt.
Esta bodega, regentada por un arquitecto austriaco, del mismo nombre, ha tenido como enólogo a Simbad Andrés, que estudió en Córdoba.
Isabel nos trajo el rosado 2015, con un precioso color rosa. Poco expresivo en nariz pero muy vivo en boca con algo de amargor.
Y el tinto 2011 de la misma variedad con similares características al rosado.
A quien le interese, la Zweigelt es la variedad más cultivada en Austria y es fruto del cruce de dos variedades tintas realizada a principios del siglo XX por un tal Zweigelt.

Y Antonio trajo tinto de Venta la Ossa. Con mucha intensidad de color, aromas frutales y complejo en boca. 


Y queda nombrar a Joaquin. Un magnífico anfitrión tanto él como su mujer. 
Tuvimos la suerte de hacer la cata en el partio de su preciosa casa. Todo muy bien preparado, propio de alguien que se dedica al catering y que nos demostró cómo ciuidar los mínimos detalles de decoración y servicio. Todo preparado como si fuera lo más natural del mundo, hacerlo sencillo y fácil.


Por último, Alfonso y los compañeros Isabel RB, Ángel y Reme.

martes, 12 de abril de 2016

Bendita locura, una taberna cofrade

La Plaza del Cardenal Toledo es una de las más bonitas de esta ciudad. Está cerca de la plaza de Capuchinos y también de laas Tendillas, pero siempre está recogida y últimamente ha sufrido algún cambio. 

Se ha eliminado un gran árbol que había en la esquina derecha, con lo que se resolvía algún problema de salud del mismo pero ha dejado un gran vacío de sombra.

En esa esquina se situa Bendida Locura, una taberna cofrade muy frecuentada porque se está allí muy bien, y porque es sitio de reunión de aquellos que sienten el placer de la Semana Santa y todo lo que lo que le rodea: música, olores a incienso, compañerismo, etc.

Quien visite su página de facebook comprobará la animación de este bar en época cofrade.
El local es pequeño y tiene algunas fotos de imágenes, pero no como otras del mismo ramo, que están repletas sus paredes con retratos de imágenes de muchos santos, cristos y vírgenes.
Como el tramo de la calle donde está se ha peatonalizado, los veladores ocupan el paso, cuando antes los otros propietarios tenían apenas junas mesas, y unas sillas altas. Y han debido de poner sombrillas para solventar el poder del solano, y que en estos días de primavera, en cuanto hace un poco de sol se descubre la belleza de árboles, flores, señoritas, etc.

No tienen demasiado surtido de tapas, pero está muy bien escogido. Por supuesto que no falta las ensaladilla, salmorejo, boquerones, y otros platos. Además de tostas y molletes.
Como curiosidad, la cerveza la sirven en jarrillos de metal muy aparentes.

Pero como no vamos a cambiar, nosotros bebimos nuestra primera cerveza y luego los medios de vino.
Que el vino fino que tienen es el de Caballo Cordobés (Los Raigones) y el Piedra Luenga, ecológico, de Robles (en la foto, el ecológico está en medio).
El de Los Raigones, está más fresco y más hecho a los aromas típicos de velo de flor.
El ecológico, más oxidado, está más suave y se nota una evolución a aromas mucho más maduros. Me desconcertó un poco: recuerdo la primera vez que lo probé, hace años, y me pareció con mucha clase, con aromas amaderados, seco, a manzana. Pero esta vez, ya digo, bien hecho pero que no es lo que esperaba.


De comer, como siempre, ensaladilla. Media ración, tres bolas de la misma, con mucha aceituna. Nada del otro mundo.

Y una de carne con tomate, un cuenco mediano, aceptable. 
Lo suficiente para pasar un buen rato en la plaza, viendo el movimiento del personal. Y lo mejor, quien te pueda orientar: que si éste se dedica a bordar mantos para los santos y que le va bastante bien; que si aquél estuvo con nosotros en el colegio y ahora es concejal; que hay que ver lo que se han gastado en limpiar la cera de las calles, etc, etc. 
Todo un mundo se mueve alrededor de una semana en la que mucha gente se echa a la calle, a disfrutar de la llegada de la primavera.

El precio, bien, bastante comedido para lo a gusto que se está en la plaza del Cardenal Toledo y en esa taberna con arte.

 





lunes, 4 de abril de 2016

de tapas en De Tapas, qué original soy

En la parte izquierda de la calle Claudio Marcelo y esquina con María Cristina, está el bar o taberna De Tapas.
El concepto es cerveza barata (0,6 euros) y tapa a 0,90. Tienen también raciones aparte. O sea, el precio final de vaso de cerveza y tapa es 1,5 euros, con la diferencia de que te dejan escoger siempre y cuando escojas lo que te den. 
Pero es que el viernes se estaba tan bien en la calle, con el solecito, que ni entré a ver la decoración interior. Nos dio igual. 
Todo el exterior del bar estaba repleto de gente de buen vivir, y que al mediodía están disfrutando de la convivencia.

Tapas sencillas, algunas abundantes otras más cortitas que no se sabe a qué la diferencia: de tortilla, ensaladilla rusa, de lomo adobado y huevo de codorniz, de pinchitos,… Todo sencillo, servido en su trozo de pan de barra.

El modo de contar las tapas es simple: se cuentan las tablas en las que viene el condumio. A quien no le suene la palabra decirle que es antigua y que significa:  Comida (sustancia que sirve de alimento).
"las bodegas de los primeros barcos transatlánticos arrastraban sus panzas repletas de consumió".

De ración pedimos  un plato de queso manchego. El camarero, que es de la Mancha nos lo recomendó y estaba realmente sabroso. El plato corto para el precio (7 euros), ya que quien quiera comer queso en tapa que se vaya al Moriles Pata Negra, un verdadero espectáculo.

El vino era El Caballo Cordobés, de la Bodega Los Raigones, con un color amarillo pajizo intenso, limpio en nariz de intensidad media; con moderada acidez y en boca muy suave, limadito diríamos. Pero se saboreaba bien. Servido en botella, mas rellenado de bag-in-box.
 El hecho curioso es que el medio de vino costaba el triple (1,8 euros) que la caña de cerveza. O sea que la opción es clara, pero hay que ser persistentes con los vinos de la tierra.
La cuenta se nos fue para arriba con el vino, aunque teniendo en cuenta que casi comimos vale la pena su visita.