martes, 21 de enero de 2014

El Clandestino. Bar de Tapas

Este curioso bar está en la calle Diario de Córdoba, cerca de las escaleras. Es pequeño pero con un ambiente simpático porque la decoración y el personal también lo es. En la foto de la izquierda se puede ver un ejemplo de reiclaje de botes de cristal.
Allí quedamos tras el parón navideño. Como no faltan opciones, ya que la hostelería y restauración es de los pocos sectores que avanzan en nuestra ciudad -al igual que otras en España, y se piensa que ya hay burbuja tabernera-; bueno, pues este bar de tapas os lo recomiendo. Como dato: doce bebidas (la mayoría fueron de fino, que es más económico), dos tostas generosas y varios acompañamientos gratis de migas salieron por 23 euros: ¿barato, no?
Las migas parecían más bien migas alpujarreñas, hechas con harina en vez de con pan, y su trozo de pimiento frito...
La carta es limitada a tostas o tostás, y sobre todo son muy sugerentes los platos que preparan en el Clandestino como acompañamiento de la consumición, y que van cambiando regularmente.
El fino es de Delgado, con un bonito color, seco en boca, aunque lo sirvieron en copas normales en las que el fino se pierde. Y es que no tienen catavinos. Como decía, este fino, cada día es más frecuente encontrarlo, se está imponiendo en muchas tabernas porque es un muy buen fino, no falla. Las tostas de jamón o de atún eran jugosas y sirvieron de buen aperitivo. 
La decoración es algo retro, de acuerdo con la filosofía del bar: tapas, actuaciones musicales en directo, alguna exposición y otras actividades. Un lugar para venir más veces.

martes, 14 de enero de 2014

Navidades viajeras

Lago Llanquihuhe en Puerto Varas
Llevo tiempo sin escribir, y quiero hacer un resumen gastronómico de estas Navidades. He viajado a Chile por asuntos familiares y me ha encantado el país. Una naturaleza fruto de sus extensa y estrecha situación geográfica, que se adivina desde el avión: cuando se atraviesa la llanura argentina, larga y que parece sin fin, con parcelas rectas y caminos alargados de kilómetros se acaba en la cordillera andina. Y después es casi todo sierra. El Sur es verde, todo verde con volcamos nevados en verano y el Norte es todo desierto, llano, montañoso, desolador.
Caldillo de congrio en Puerto Montt
En cuanto a la comida en Chile me ha sorprendido por su simpleza, de unión de materias primas pero sin apenas ligación. El tentempié más conocido es el completo que es un pan de salchichas, con una salchicha y en vez de ketchup y mostaza, tomate y palta (o aguacate). Y también están las empanadas,  pero pocas me han gustado. Las empanadas que preparan en La Tranquera en Córdoba son muchísimos mejores. Eso sí, hemos comido ceviche de calidad y en los mercados: de navajas, mejillones y almejas en Valdivia; de almejas enormes en Chiloé, y de camarones en Santiago.
El pescado es exquisito: caldillo de congrio en Puerto Montt; corvina en el restaurante La Olla en Puerto Varas, el mejor sitio donde he comido en Chile.
Y el asado de carne con sus salsas.
Y no he hablado de los vinos chilenos, los que he probado me han parecido bastante buenos, y aromáticos. Pero debido a que mi hija no bebe pues casi siempre tomaba cerveza: la Kunstman.