domingo, 25 de mayo de 2014

Bar El Aguila

Crónica de Raquel Morrison
El Bar El Aguila en la calle Manuel Sandoval recordamos haberlo frecuentado hace tiempo cuando los niños eran pequeños; aprovechábamos mucho para ir pues los veladores los tiene en una zona peatonal donde los críos podían moverse a gusto. Tenían buenas raciones y fueron de los primeros en tener bacalao con patatas paja al estilo portugués. Ahora ha mejorado su ubicación al haberse recientemente peatonalizado la calle Cruz Conde con lo cual es un sitio tranquilo y que permite una conversación sin ruido de fondo. Debería tal vez dejar algo más de espacio libre en las zonas laterales pues en muchas ocasiones colmata el espacio disponible con los veladores y dificulta el tráfico de peatones.
El Aguila no se ha apuntado todavía a la incorporación de la tapa con la cerveza, que por cierto tenía poca presión. A la pregunta de qué vino fino tienen nos contestan que de Montilla-Moriles, tras insistir nos dicen que solamente de Filigrana de Bodegas San Rafael, la cual se encuentra en la calle Barroso, una céntrica calle. Resulta triste que con la cata del Vino recién acabada te encuentres que en muchísimas tabernas de Córdoba no se promociona en absoluto el vino de Montilla Moriles, practicándose la oferta monocromática del mismo y sin saber si procede de bag-in-box o bien embotellado.
Nos parece el vino Filigrana que sirven está muy pálido con un leve color amarillo pajizo con una presencia similar a la del fino El Gallo y sin muchas cualidades de sabor y aroma. La ensaladilla que solemos pedir siempre en estas giras tabernarias no es gran cosa y tiene pinta de que las verduras en origen están congeladas. El servicio es rápido, hay varios camareros atentos a la petición de los clientes. Los boquerones fritos están normales aunque escasos en número y el precio responde a la media de las tabernas que solemos visitar.
          Nos ha dado la impresión de que esta taberna pasó por mejores tiempos años atrás y que tal vez la 
         competencia de otros locales la ha hecho decaer.

martes, 20 de mayo de 2014

Jornadas de Promoción de los Productos de Córdoba: Saborea las cosas de Córdoba

Matías Vega
Ayer 19 de Junio tuvo lugar por la tarde la presentación de las Jornadas de Promoción La Despensa de Córdoba en el Patio Blanco de la Diputación. Se planteó para que ese establecieran contactos comerciales entre productores y profesionales de la hostelería, restauradores y cocineros. Y allí me llegué como representante del Club de Cata Aderramar. Tras la correspondiente acreditación tres cocineros: José Mª González (Blanco Enea, Casa Galicia), Manuel Bordallo (Sdad. Plateros Mª Auxiliadora) y Matías Vega (Alcazaba de las Torres, Mesón Casa Matías) hicieron demostraciones de cocina preparando algunos sugerentes platos con productos de los que allí se exhibían.
Bacalao de Albacor
 No eran muchos los productores pero todos de gran calidad y sobre todo, algunos desconocidos por mí y que están trabajando muy bien y parece que con esfuerzo, cada vez las ventas van reconiciendo su labor. Allí estaban Albacor, la firma de Castro del Río dedicada al bacalao y que también mostraban mariscos cocidos. Lo que más me gustaron fueron las sardinas ahumadas, exquisitas, muy gustosas, tiernas.

Me impresionó la calidad de los encurtidos y frutos secos fritos en aceite de oliva de Miguel Cañete, de Montalbán y que lleva 20 años en el negocio. Los encurtidos eran muy suaves y crujientes, una verdadera delicia, en particular la coliflor. Los frutos secos fritos, que son un vicio para mí, muy buenos. Comentaba Miguel que las aceitunas son de su propiedad y que tras aprender las recetas de curado de aceitunas ahora las distribuye en distintos restaurantes y también se pueden comprar en Córdoba. En su puesto y en el Torrent probé por primera vez las aceitunas rellenas de almendras, ...
También estaban allí, los botes con distintos tipos de ajo o encurtidos con ajo de la Abuela Carmen, de Montalbán; las latas con fritos de tomate, cebolla o pisto del El Guiso y botes de reducción de vinagre PX.
O las cervezas de El Califa, que ya comentamos en su momento.

Mil Paladares de la Ñ, es el curioso nombre de esta empresa de Fernán Núñez y que se dedica a elaborar un amplio surtido de licores, de mandarina, de café, de hierbas, de caramelo, y su licor de la paz, etc.,  y entre los que destaca el licor de sangre ibérica, con 15º y elaborado con orujo de Galicia, vino tinto de Castilla y PX de Córdoba. Así como ginebras, muy suaves. Rafael, un autodidacta y con una buena nariz para elaborar mezclas y proponer nuevas combinaciones, comentaba sus orígenes y cómo prepara los macerados y nos decía una gran verdad: hasta que los licenciados y graduados no se dediquen a crear sus empresas no se habrá resuelto el empleo.
Por último quiero menciona ra dos producoresde queso, uno de oveja, en Fuente Obejuna (Flor del Monte), y otro de de cabra, de Fuente Palmera (Quinkana). Traían quesos muy bien elaborados, finos en nariz, una suave textura, muy tiernos en boca. Los quesos de cabra eran grasos, tiernos y sin apenas olor a leche de cabra, que a mi particularmente me gusta, pero que limita mucho las ventas ya que no es apreciado por la mayoría de los consumidores. Son quesos que enganchan y de los que es difícil cansarse, una muy buenas sorpresas.
Por último se sirvieron embutidos de Covap y vino fino de la DO Montilla-Moriles.
Exquisitos los dos.
























jueves, 8 de mayo de 2014

Taberna El Risquillo, y tertulia del Palacio del Sur

En esta ocasión hemos estado en la Taberna El Risquillo, situada en la céntrica avenida del Gran Capitán, ya cerca de la Av. de América. Es uno de los varios establecimientos que hay en este tramo del Gran Capitán: el Gaudí, el patio del Colegio de Arquitectos, la cervecería irlandesa, y al menos cuatro más lo que hace que la acera casi sea un continuo desfile de veladores, de modo que los peatones se les encauce por un pasaje en la acera. La única ventaja es que los que están cómodamente sentados son escaparate y espectadores del continuo fluir de personal.
Esta taberna tiene decoración de montería y debe ser punto de encuentro de cazadores, aunque no es nuestro caso. Los veladores son cómodos y tienen toldos que los cubren. Al ser céntrica, los precios son relativamente altos aunque el medio de fino cuesta 1,30 euros, y las raciones son abundantes.



Fino Doblas sin filtrar
La tertulia de hoy ha sido sobre la no construcción del Palacio del Sur, edificio proyectado por el estudio del arquitecto holandés Koolhas, y que sin poner una piedra ha costado diez millones de euros. El lugar era enfrente de la Mezquita-Catedral, en Miraflores o sea en la margen izquierda del río. Las últimas noticias son que la Biblioteca Provincial que está ahora en el edificio antiguo del Palacio Episcopal se va a trasladar al solar donde se iba a construir dicho Palacio del Sur. Pero la Biblioteca iba a instalarse en la Rosaleda del siglo XIX que estaba en los Jardines de Agricultura. Se eliminó la centenaria Rosaleda, que era un  primor, hay un solar vallado y haciendo cuentas ya tenemos dos solares baldíos, el del Palacio del Sur y el de la Rosaleda. Nos duele lo que pasa en nuestra querida Córdoba.
Pero vamos a lo nuestro.

El Risquillo tiene dos finos, el de Bodegas Doblas, de Moriles Alto, y el Caballo Español, de los Raigones en la Sierra de Montilla. Son dos ejemplos de los mejores pagos de la DO Montilla-Moriles, y además dos finos aligerados en la línea de lo que viene pasando en nuestros finos.
El Doblas, está sin filtrar, o turbio más bien. Es muy fresco en nariz, con un color amarillo verdoso y sigue vigorosamente fresco en boca y algo amargo. Un buen fino.
El Caballo Español, está limpio con muy poco color. Parece un manzanilla y casi huele así, de tan aligerado. Pero es seco, ácido, pero a mi gusto con poca alma. Hay que decir que de los cuatro que estábamos, a dos nos gustaba el Doblas y a a los otros dos El Caballo. O sea que gracias a Dios hay finos para todos los paladares.
En cuanto a lo que pedimos, como es normal, fueron platos fríos de ensaladilla rusa y de cangrejo (ambos por 8,5 euros) y una sabrosa tortilla de berenjenas a 7 euros. El servicio lento al principio, pero la camarera que se incorporó era rápida y agradable.
En resumen, un buen sitio para estar de tertulia viendo pasar a los peatones y entretenido con la buena presencia del personal.