Esta taberna tiene decoración de montería y debe ser punto de encuentro de cazadores, aunque no es nuestro caso. Los veladores son cómodos y tienen toldos que los cubren. Al ser céntrica, los precios son relativamente altos aunque el medio de fino cuesta 1,30 euros, y las raciones son abundantes.
Fino Doblas sin filtrar |
Pero vamos a lo nuestro.
El Risquillo tiene dos finos, el de Bodegas Doblas, de Moriles Alto, y el Caballo Español, de los Raigones en la Sierra de Montilla. Son dos ejemplos de los mejores pagos de la DO Montilla-Moriles, y además dos finos aligerados en la línea de lo que viene pasando en nuestros finos.
El Doblas, está sin filtrar, o turbio más bien. Es muy fresco en nariz, con un color amarillo verdoso y sigue vigorosamente fresco en boca y algo amargo. Un buen fino.
El Caballo Español, está limpio con muy poco color. Parece un manzanilla y casi huele así, de tan aligerado. Pero es seco, ácido, pero a mi gusto con poca alma. Hay que decir que de los cuatro que estábamos, a dos nos gustaba el Doblas y a a los otros dos El Caballo. O sea que gracias a Dios hay finos para todos los paladares.
En cuanto a lo que pedimos, como es normal, fueron platos fríos de ensaladilla rusa y de cangrejo (ambos por 8,5 euros) y una sabrosa tortilla de berenjenas a 7 euros. El servicio lento al principio, pero la camarera que se incorporó era rápida y agradable.
En resumen, un buen sitio para estar de tertulia viendo pasar a los peatones y entretenido con la buena presencia del personal.
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