martes, 10 de octubre de 2017

La Tertulia, asador, y el Rincón de Paco, marisquería. Ambos están bien

Últimamente hemos estado en dos bares o tabernas que son bastante peculiares, porque se han especializado en platos que se salen un poco de lo común.

El Tertulia es un asador muy particular. 
Está en la Av. Gran Capitán, esquina con Alhaken II, lo cual significa que hay siempre un entretenido paseo de viandantes; y como se puede imaginar, las mesas ocupan buena parte de la acera, y bien protegidas del sol por las sombrillas.
Se está bien allí, el local es nuevo y parece con mucha asistencia de personal.

Si uno entra en el amplio y diáfano comedor, el asador propiamente dicho es pequeño: un horno calentado por carbón vegetal. ¿Y cómo hacen para atender los asados de su carta? Pues los platos los asan previamente, y ya si los pides te los sirven algo calientes, puesto que es hacer la comanda y a los diez minutos el plato está ya en la mesa.

Hace unos días estuvimos en un asador que asaban los pollos con madera de olivo. Algo digno de mención, aunque está lejos,... en Villanueva del Arzobispo (Jaén). 
Este negocio, el de La Tertulia, es local y no se trata de una franquicia, como otros bares de esta céntrica avenida.

El plato pedido fue el picantón (sin relleno como dice la carta) y bien sazonado. Bueno, tal como aparece en la foto relleno de patatas paja.
Por 9,95 € comimos una buena ración para los cuatro, si bien debo decir que la carne estaba más seca de lo que me hubiera gustado.

En las mesas de al lado parecía que se habían decantado más por el cochinillo, y no por el pollo picantón como nosotros.

El personal es rápido y eficiente. Todos llevan su ropa de trabajo y mandil, y creo que es excesivo la equipación, poco cómoda para moverse entre las mesas y por el calor reinante.
A diferencia del siguiente bar que comentaré no sirven nada, digamos de cortesía, con la consumición.

El fino que se puede tomar... pues, el Tertulia, para qué más vueltas.











El otro bar es el Rincón de Paco, en la calle de la Radio, detrás del Vial. 
En este mismo sitio ya se instalaron dos negocios, y esperamos que a este le vaya bien, porque cualidades tiene.

Al estar en una calle más tranquila, en los veladores de la acera se está bien reservados del bullicio que había en el anterior comentado.

Eso sí, sirven unas muy buenas tapas con la consumición. En la primera cerveza trajeron atún encebollado y cuando llegaron los demás, ensalada de pimientos.

El personal, muy profesional y atento, vestido como suelen los camareros, de riguroso negro, se movía con soltura, sabiendo llevar su negocio.

Este Rincón proviene de Torre del Mar (Málaga) y según me dijeron unos que son asiduos en Torre del Mar, el pescado es quizás mejor que allí. 
Es un bar con mucha clientela, de los negocios u oficinas oficiales cercanas: queda escondido, tranquilo y se come bien.

La especialidad son los pescados y mariscos.
Pedimos unos mejillones al vapor, bien grandes. Aunque el precio era según mercado, extraño cuando los mejillones no faltan en ninguna época del año. En cualquier caso, 9 € salió la ración. 
Ricos, aunque el caldo no era del vapor como hacemos en casa: sólo los mejillones en la cacerola, y el caldo sabe a mar.
Es decir, que no apetecía emplear una valva como cuchara.

Tenían tres clases de fino: Doblas, Tertulia, Eléctrico.
 Bien el Eléctrico, extraño y apagado el Doblas, aunque a alguno le parecía justo lo contrario.

La cuenta, 17 €. O sea, que muy bien. Un buen sitio para tapear por el centro, y ya es la segunda vez que voy, y en ambas me ha gustado la visita.






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