martes, 12 de noviembre de 2024

Cata con Miguel Castro Maillo y Lagar de los Frailes


   El lunes 11 de Noviembre en el nuevo local de Mara y Adriá, llamado Things To Do, en la calle Carlos Rubio y muy cerca de la Plaza de la Corredera. La cata iba sobre vinos de Córdoba, de la Sierra de Montilla (Miguel Castro) y de Moriles (Lagar de los Frailes). La cata comenzó directamente, con mínimas explicaciones de los dos enólogos, como debe ser:
directamente a que hablaran los vinos. Y éstos dijeron muchas cosas.

   Comenzó Miguel mostrando su proyecto de vinos nuevos de viñas viejas en vaso.

 

- La Vereda de Cerro Macho 2023.

   Es un vino mezcla de cuatro parcelas de la Sierra Montilla y se ensambla un 80% de depósito con un 20% fermentado en botas. El vino tenía aroma medio a levadura, pan y en boca era equilibrado y elegante.





 

- Ojo Coillo Riofrío Alto 2023, con 12,4º, fermentado y criado en bota vieja de cepas viejas orientadas al Norte.

El vino más expresivo en nariz que el anterior y presentaba más toques herbáceos y afrutado. Potente en boca y vertical.







- Ojo Coillo Benavente Alto 2023.

   Con 13,4º, fermentado y criado en bota vieja de cepas viejas orientadas al Sur.Más vinoso y en nariz se mostraba cálido. En boca es amplio y redondo.

    En particular, a mí me gustó más el segundo por su mayor expresividad y ataque en boca.



 

- Estático 2020, con 13,6% es el resultado del ensamblaje de las botas de los dos anteriores vinos y criados en botas viejas durante 24 meses.

   La crianza bajo velo de flor fue estática, sin renovación en las botas.

   En nariz se muestran notas de fino, a manzana. Boca limpia a fino. En conjunto muy elegante.


   Continuamos con la cata de Lagar de los Frailes.


- Lagar de los Frailes, fino viejo en rama, con 7 años de crianza.

   De color amarillo oro, con notas aromáticas a manzana, almendra. En boca es vertical, afilado, muy potente en boca.






- El Franciscano. Fino Viejísimo, con 15 años de crianza.

Color ámbar. Aroma a almendra, dátil. Boca muy larga, parece amontillado, muy vertical y salino.





- Cáliz. Amontillado Viejo con 35 años.

   Color caoba, aroma a almendra, dátil y laca. En boca parece dulce, luego muy afilado.

   Se puede decir que duele tomarlo, de la fuerza que muestra en boca.




   Tras esta larga y excepcional cata se pasó a degustar los platos que preparó Adriá. Muy bien elaborados y presentados.

- Tartar de gamba con salsa holandesa.

- Gyoza (empanadilla japonesa) rellena de verdura y pollo.

- Presa ibérica de bellota con níscalos y setas de cardo.

- Brownie de chocolate con nueves y crujiente de quicos.




  



 

 

 

    En mi opinión, el brownie estaba superior y se combinó con con un vino naturalmente dulce del 2023. Con ligera fermentación en bota. En nariz se notaban ligeros toques a alcohol y muy elegante en boca.

   Una cata muy bien preparada y disfrutada.


























 


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