Es el bar de la tienda de vinos El Terruño y donde se puede comer a diario con un menú a buen precio. Y por supuesto, donde celebrar sus catas, degustaciones y presentaciones de bodegas.
Está bien situado, en una calle concurrida: en la calle Doña Berenguela, que es una calle a la derecha del vial Norte y cerca del hotel AC.
La decoración es agradable y amplio, con mesas hechas con botas y en la sala de ntrada disponen de la barra; disponen también de una sala apartada para comer sentados y hacer las catas. Se nota que Jesús y Santi saben del tema y de lo que precisaban.
Cuando fuimos el ¿bar?¿bistro? estaba concurrido y tomamos el fino embotellado de la casa: María del Valle, de Bodegas Gracia. Ya lo habíamos probado antes y si bien los tonos de almendra, algo de humedad nos aparecían, pero me dio la impresión de que era más suave, menos seco y punzante. Algo más ligero, pero siempre se trata de un fino bien hecho, elegante y sabroso.
Como comparación también tomamos una copa de fino servido ya no en catavinos, sino en la copa donde se sirve un vino blanco. No había diferencia apreciable en aromas, pero acostumbrados a los catavinos a algunos le parecía que el fino en unas copa más grande, estaba como deslocalizado.
Una copa de Gaba do Xil, godello elaborado por Telmo Rodríguez, sirvió para cambiar de tipo de vino. Este es mucho más aromático, con notas de fruta blanca y tropicales, algo amargo pero un poco corto. Hubo división de opiniones, y ganó el fino en cuanto a preferencias.
Se tapeó con unas gambitas blancas, muy bien fritas y sabrosas, aunque lo malo de estas gambas es que apenas tiene sabor.
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