Esta taberna está al final de la ribera y junto a la ermita. Siempre ha tenido muy buena cocina y sobre todo un buen fino. En este caso es del Lagar de Casablanca, una bodega de Moriles y que este año he visto por primera vez en la Cata de vinos y que me pareció que presentaba muy buenos vinos. El fino sin filtrar de 2 años presenta color amarillo verdoso, un olor fresco, a manzana verde, algo de acetaldehido. En boca resulta muy fresco, glicérico, suave y equilibrado. Muy buen fino para el tapeo.
Pedimos unos calamares fritos, muy frescos y tiernos.
También se cató un vermut casero pero que desconozco su origen y que estaba bastante bien. En la foto se aprecian el fino y el vermut.
Lo que nos sorprendió fue el olor del río que llegaba y es que este año están más presentes los malos olores a suciedad y sobre todo en la curva del río junto al molino de Martos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario