tapa de espinacas con garbanzos |
Pero es que Gamboa es mucho más pequeña, pero mucho mejor. La dueña de la misma, tabernera de pro, te atiende como si estuvieras en su casa:
- Hoy vais a probar unas albóndigas calentitas, que hace frío... Y cuando os las termineis os voy a traer unos riñones al jerez
lomo con cebolla confitada |
- Niño, ¿prefieres tú un poco de ensaladilla de piumientos asados?
- Qué buenos que están, señora.
Y así se pasa el rato hablando de nuestros temas: de los vestigios ocultos para muchos de las obras y construcciones romanas; de la urbanización de la ciudad; de la crisis y cómo apechugar entre todos; de cómo hacer este año un buen vino, etc, etc.
-Hoy he hecho filetes de cerdo con confitura de cebolla, ¿quereis un poco?
Y en esto que aparece Camilo, el acuarelista, uno de los más finos y con el que personalmente me rindo por su dominio de las aguadas. Él es un parroquiano, su taller está cerca.
Cancionero y Lagar de Casa Blanca |
Y había diferencias, entre los vinos, y entre nostros en cuanto a preferencias. Saavadera es para mí el más vino fino de los presentes: buen color, buena nariz (levadura, manzana ácida) y amargo, redondo en boca. Después viene el Cancionero, algo menos amargo pero más ligero y luego el Lagar de Casa Blanca, aún más suave y quizás el más comercial.
En resumen, quien no conozca esta taberna (yo habré pasado muchas veces cerca o al lado, pero parece tan humilde que apenas he entrado) se lo recomiendo y mucho. Hay otros que ya han venido.
De precio, una joya.
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