lunes, 22 de septiembre de 2014

Taberna La Bodega. Esto sí es una taberna

La Taberna La Bodega está en un callejón al final de Alhaken II, o sea muy céntrica porque esta calle se une a la Av. Gran Capitán, ya al final de ésta (donde se acumulan tantos locales).
Es una taberna clásica con sus toneles, muchos de ellos ya de exposición pero otros en uso. A pesar de que siempre está concurrida, nunca da la impresión de ruidosa: no sé si porque se habla bajo o por la amortiguación acústica de los toneles. Quizás sea lo primero, porque Raquel, que siempre habla alto, esta vez no alzaba el tono de su voz. El caso es que había grupos de amigos charlando, al igual que hablaban los camareros y había una grata armonía... lo que se dice estar a gusto.

En cuanto a la decoración, es clásica, lo que significa lo más tópico de nuestras tradiciones tabernarias: cabezas de toros, así como carteles taurinos. Como los toros se van a a terminar (al menos en Córdoba, por lo flojo de las entradas en los festejos de mayo, ocasionado a su vez, por los flojos toros que aquí llegan) este ambiente y decoración pasará a ser un decorado de otros tiempos. Y a mi en particular, me gusta porque parece auténtico. Según, uno de los amigos:
- Algunas tabernas van moderando su decoración taurina sin embargo ésta es un santuario a la lidia, de un barroquismo lleno de pitones y escenas.
Quizás es excesivo su comentario, ya que no es para tanto.
 Cuando pedimos fino de Montilla-Moriles sólamente disponían del de la bodega El Monte, de Moriles. Esta es una de las más reconocidas bodegas, pero la oferta es en cualquier caso reducida en fino, porque seguro que tendrían varios tintos.
Con la primera consumición pusieron unas tapas de lomo en aceite.
Cosa curiosa, el fino a temperatura natural estaba algo subido, en aroma no se apreciaba pero sí en boca. Sin embargo, el que pedí frío sí que estaba sin defectos: muy rico, fresco, con aromas herbáceos y buen y redondo paso en boca; lo dicho, esa bodega trabaja bien.
Nos dijeron que pronto refrescarían los toneles con el vino nuevo del año.
Me pedí una copa de oloroso, sacado del tonel. Con mucho aroma a pegamento, que se fue poco a poco y al final quedó un vino que cuadraba de lujo con la morcilla ibérica enchorizada. El tinto de la casa, un rioja, estaba falto de gracia y aromas, como en muchos otros sitios de esta ciudad. Sin embargo, era Viña Pomal, lo que demuestra que la botella debería llevar ya tiempo abierta.
Los palillos, se San Fermín, envueltos en papel seda. El otro pan que puieron algo duro.
Los precios de las raciones son algo más altos que en otras tabernas que hemos visitado, por ejemplo el medio de fino era a 1,20 euros.
Pero quien no lo haya hecho, que se pase por esta taberna, es un clásico y se la recomiendo; y cuando repongan el vino seguro que bien vale otra visita.






2 comentarios:

  1. Discrepo del autor de este blog la Tauromaquia se va a acabar en Córdoba porque ya cada vez a menos cordobeses y cordobesas les interesa la Tauromaquia.
    Cada vez hay más empatia con los animales en nuestra sociedad y a más gente le parece que no puede convertirse en espectáculo para disfrute del público un acto donde el toro es torturado hasta la muerte.

    Soy partidario de la máxima libertad en todas las interacciones voluntarias entre ciudadanos. Soy contrario a todo prohibicionismo, excepto en los casos extremos. Pero es que las corridas de toros son un caso extremo. Los amigos de la libertad tenemos que acabar con la cultura de la sangre, la violencia y la crueldad, y postular una cultura de la inteligencia, la serenidad y la compasión, más favorable al florecimiento de la libertad.

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  2. En general parece que los vinos finos que están en barrica en los bares de Córdoba han sufrido los rigores del verano. El pasado sábado estuve en el Salinas de la Esparteria y tuvimos que decir que nos cambiaran el fino pues también estaba subido.
    Pedimos un tinto en reemplazo y tampoco estaba muy allá. Olía a muerto el vino.
    Vamos a tener que implantar el DESCORCHE de tu propia botella, man que sea pagando, porque en Salinas las tapas estaban de escandalo, muy buenas pero los vinos no están a la altura.

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