Poco puedo añadir a los comentarios de Isabel Calvache y José Ignacio Santiago a la cata de ocho amontillados de distintas bodegas de las DO Montilla-Moriles, celebrada en Bodegas Campos.
Esta cata organizada como punto final a la 3ª edición del curso de Formador de formadores de la DOP Montilla-Moriles, y dirigida por Juancho Asenjo será un hito por la calidad de los vinos, algunos increíblemente buenos, y por los comentarios de Juancho y José Ignacio.
A ellos nos sumamos un grupo de la Asociación de Sumilleres de Córdoba.
Los enlaces a sus comentarios:
https://www.linkedin.com/pulse/amontillado-equilibrio-universal-isabel-calvache-gisbert/
https://vinacrucis.com/jornada-amontillado-juancho-asenjo/
Tan sólo comentar algunos detalles históricos que comentó Juancho:
En la guía de Vinos del Mundo de André Julien publicada en 1866 se menciona a los amontillados como vinos de primera clase. También hay que tener en cuenta que en aquel tiempo apenas había vinos en Rioja, que apareció en 1876 consecuencia de la plaga de filoxera en Burdeos.
Estos vinos, al igual que los finos, de donde proceden a base a escalas y criaderas son una consecuencia de que en las bodegas, y sobre todo tabernas, se trataba de que todo el vino fuera lo más homogéneo posible.
El auge del amontillado surge también de un hecho de coincidencia y de darse cuenta de lo que estaba sucediendo. El Conde de la Cortina, un buen bodeguero y comerciante de vinos, mandaba sus vinos en carreta hasta Jerez. Parece que en el camino (de varias semanas), donde iba parando regularmente distribuyendo sus vinos, con el traqueteo al llegar a Jerez, el vino estaba oxidado y curiosamente al personal le gustaba más: de ahí surge el Amontillado.
Como decía Juancho: existen dos vinos en el mundo, el Amontillado y los demás.
Son vinos difíciles por su poder en boca sobre todo, pero degustados lentamente son una delicia.
Hago sólo mención de los vinos amontillados catados:
- Robles, 15 años.
- Torres Burgos, 50 años.
- Montulia, 30 años.
- Marqués de Poley Convento 1952, 65 años.
- Lagar Blanco, 25 años.
- Alvear, 35 años.
- Amon (Bodegas Delgado), 50-60 años.
- Gracia, 60-70 años.
En mi opinión, unos sobresalían por unos aspectos de más ligereza, otros eran dolientes (te marcaban por dentro al beberlos), pero el que me pareció más equilibrado era el de Alvear.
Sólo dos están en el comercio, auténticas joyas que apenas se conocen. Como decía Bernardo (de Alvear) de esos tipos de vinos sólo pueden ellos sacar unas 300 botellas al año.
Querido Pepe, muchas gracias por tus comentarios La cata desde luego es una de esas que pasaran a la historia y fue una suerte que pudieramos estar tanta gente aprendiendo de Juancho y de unos pedazos de vinos. Un abrazo y gracias por el post y por el enlace a vinacrucis. Nos vemos por la UCO...que tengo mucha tarea pendiente ahí todavia.
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