Darío, el agente comercial de Santiago Jordi nos dio en el Hotel Soho Boutique a los miembros de la Asociación de Sumilleres de Córdoba una excelente y nutrida cata de sus vinos gaditanos. Y a fe de los muchos asistentes que distinguimos el sello de Santiago, enólogo y Presidente de los enólogos de Europa.
Tras hablar de la influencia de la variedad y el suelo de albariza, paso a la exposición y cata de los vinos de albariza, que Santiago Jordi los llama. En primer lugar, los vinos blancos.
1.- Caleta de Cai. Vino blanco joven, Chardonnay, 12,5º alcohol. En nariz el olor suave a manzana no me reveló que fuera esa variedad. En boca mostraba una sensación muy ácida, fresca: en principiouna boca redonda y después una acidez afilada.
2.- Quintería. Vino blanco joven, Blanc de Pinot Noir, 12,5º alcohol. De poco olor, a láctico, y ahumado. Muy sedoso en boca, acidez muy contenida y muy gastronómico.
3.- Caleta. Vino rosado joven, Syrah, 13º alcohol. Aroma a fruta roja. En boca es ácido y sedoso y con un final amargo. Un vino bien hecho.
4.- Hacienda Quintería 2022. Chardonnay, 15º y crianza de 6 meses en barricas de roble francés. Aroma a membrillo, pera, amielado y bollería. Boca muy elegante, cremoso.
5.- Mariquilla. Listán Sanluqueño, 15º y con crianza de 18 meses en botas de Jerez amontillado. Aroma a fruta blanca, muy elegante, suave en boca. No se encuentran apenas notas de crianza biológica ya que la bota tenía poco espacio libre, y después se tapó herméticamente.
Después Darío nos presentó Los Vinos de Pago llamados como Las añadas de Patrick Murphy. Este escocés llegó a Jerez en 1730 y promocionó con Jean Haurie la venta de los vinos según añadas y el sistema de criaderas y soleras, en contra de los almacenistas que guardaban el vino y vendían según demanda. Haurie fue el iniciador de la familia Domecq.
6.- Bota Cayetana 2021, uva Palomino con 14º naturales sin adición de alcohol. Con
crianza estática en bota de 500 litros durante 24 meses. Aroma a miel,
ahumado. Boca muy suave, redonda; nada del perfil afilado y seco de los
vinos de crianza biológica "normales".
7.- Bota Haurie, 2015 y 14º, uva Palomino, con 4 años de crianza en bota y otros 4 años en botella. De nariz compleja, dátil, acetaldehido, muy elegante y ligeros toques de crianza biológica. Boca muy, muy elegante y redonda.
Después pasamos a los tintos.
8.- Retinto de Cai 2024, Syrah, 13,5º y 4 meses de crianza en barrica de roble francés. Viñas en Prado del Rey, en la Sierra de Cádiz. Aromas a fruta roja, boca fresca, muy elegante con el tanino controlada.
9.- Hacienda Quinteria 2022, Syrah, 14º y 12 meses de crianza en barricas de roble francés. Viñas en Jerez, IGP Cádiz. Fruta roja y negra. Boca elegante y redonda, con acidez muy equilibrada.
10.- Hacienda Quinteria 2023, Tintilla de Rota, 14,5º y 12 meses de crianza en barricas de roble usadas. Viñas en Jerez, IGP Cádiz. Fruta roja en nariz y boca suave y elegante.
11.- Hacienda Quinteria 2018, Petit Verdot, 14,5º y 20 meses de crianza en barricas de roble francés. Viñas en Jerez, Pago Montealegre. Aromas a mora, boca muy elegante con taninos contenidos.
12.- Vermut Vermuza, vermut de lúpulo mandarina bavaria. Nariz a mandarina, frutal, algo amargo. No era empalagoso en boca y sensación redonda en boca.
Los vinos de Santiago Jordi son distribuidos en Córdoba por Vinoble, que pertenece a Viñafiel.
Para redondear la cata nos sirvieron unas deliciosas tapas como foie gras con manzana, mazamorra con sardina ahumada y manzana, croquetas y fideos con gambas.






































