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boquerones al limón |
La Taberna Yerbabuena, que está en la calle José María Martorell cerca de la plaza del Zoco, la regenta Alfonso y tiene la taberna propiamente dicha y una sala anexa para reservar. Y eso ocurrió hace unos días que fuimos a comer y lo hicimos tranquilamente en la sala pequeña. La decoración de esta sala, que ellos llama la salita, es agradable y por supuesto tranquila. La carta de platos es equilibrada, aunque no en exceso amplia, y que completan con sugerencias de la semana. Hay que decir que estos platos fuera de carta vienen con su precio, por lo que no te llevas sorpresas. La carta de vinos, cada vez más variada, tiene varios vinos de Rioja, Ribera del Duero y algún vino más. El precio es ajustado, por ejemplo el
Pruno 2010 de Bodega Villacreces (Ribera del Duero) cuesta 14 euros, así como el Luis Cañas crianza. O sea, no son baratos pero de un precio muy razonable. Eso sí, el fino de la casa cuesta 5 euros la botella, y está bastante bueno. Es de la
tonelería Rodríguez, en Montilla, que también tiene vino oloroso y amontillado por descubrir; el fino está sin filtrar, con buen aroma a velo de flor, algo amargo aunque bastante ligero en boca. De copeo es un vino interesante, y al final resultó que tomamos 3 botellas del fino y una de Pruno: o sea 3 de fino costaban igual que el tinto. El Pruno me pareció más flojo que cuando lo caté por primera vez, parece que la fama conseguida en poco tiempo no le ha sentado bien.
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bacalao a la vizcaína |
De la comida comentar que entre los entrantes escogimos lo siguiente: las gulas con huevos rotos están bien conseguidas, los boquerones al limón muy bien fritos, y el revuelto de habas con choco y su tinta, una buena combinación. De los platos principales, el bacalao a la vizcaína en su punto y en una buena ración. Los guisos de carne los tienen bastante conseguidos, como la caldereta de choto o la carne de monte, como gamo y jabalí. Últimamente han incluido las judías con perdiz.
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caldereta de choto |
El precio con postres y café fue menos de 25 euros por persona. A todos nos gustó la calidad de lo comido y resultó de una notable relación calidad-precio. Un local muy recomendable.
El vino fino de Moriles entraba muy bien y no resultó cabezón.
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