miércoles, 26 de marzo de 2014

Bar Cafeteria Galiani


Este local lo he frecuentado a menudo por razones familiares y en esta ocasión quería que los demás lo conocieran.
Está en la calle El Nogal, cerca de la Av. El Brillante y del Vial Norte. Está en el barrio de Santa Rosa, un barrio tranquilo, que ha venido a menos en cuanto a comercio, pero el Galiani es casi un punto de reunión de la zona. Lleva muchos años por la buen labor de su dueño, Jesús. Al estar en una esquina, la terraza que lo rodea es alargada y se está bien en ella. El Galiani está concurrido en los desayunos y también a la hora de los aperitivos, ya que tiene un buen aceite y por otro lado, sirve Jesús muy bien la cerveza.
En cuanto al tapeo, está bastante bien y abundante: ese día pedimos un tomate con conserva de atún y una ensaladilla rusa. No mucho, porque después hay que comer en casa. En otras ocasiones hemos pedido en el Galiani conserva de atún blanco y han servido un buen plato bien despachado de atún.
En cuanto a los finos, tiene varios en bag-in-box, pero el que nos sirvió varias veces fue el Fino Eléctrico 3 fases sin filtrar. Un vino con poca crianza, amarillo pálido, ligero, algo afrutado y buen paso en boca. Un fino del que es difícil cansarse por lo bien que entra.
Dos raciones, 16 consumiciones y unas tapas de embutido cortesía de la casa por 32 euros. En conclusión, un buen bar de barrio con sabroso fino y buenas viandas.

lunes, 17 de marzo de 2014

El Fifty Fifty

Actualización del 9-Julio-2014. El fifty-fifty lo han cerrado.

En otros tiempos el fiti-fiti era la mezcla a la mitad de fino y de vino dulce PX, y que es muy agradable de tomar ya que se amortigua la sequedad de uno con el dulzor del otro, que a su vez no queda tan empalagoso. Es una bebida preparada al momento, aunque ya los jóvenes taberneros no sepan cómo es, puesto que apenas se pide.
 En Jerez se venden distintas combinaciones de fino y PX, como el Canasta y otros, y que tienen bastante aceptación y se pueden encontrar en muchos comercios. En Montilla-Moriles no es común este tipo de vinos y su consumo está casi extinguido. Pero mira por donde este nuevo local lo recupera, y lo tienen en carta.
Esta taberna está en el vial Norte, junto al hotel Cordoba Center, el de las luces de colores. El Vial es una de las zonas con más movimiento de gente y en su cercanía hay varios sitios donde comer o tapear, de paso, y esta taberna está pensada con ese fin.
El Fifty-fifty ocupa el sitio de un pub irlandés. Es amplia, con grandes ventanales; como está en el centro y cerca de oficinas, consultas, etc pues tiene un público de negocios, con mucho personal enchaquetado. Y ese día de entresemana estaba concurrido, lo cual es síntoma de que puede tener un buen futuro. Tiene una buena terraza pero que con el tráfico de la avenida, al mediodía no resulta agradable.
También su nombre puede hacer mención a que hay dos marcas cordobesas bien representadas: Cobos, con los vinos, y Covap, con jamones, embutidos y quesos.
Cobos tiene el fino del mismo nombre y Pompeyo, un gran fino, que con el tiempo y como otros se ha hecho más chiquito. De Covap casi todo lo que tienen es de gran calidad, por no decir todo y los cordobeses somos asiduos consumidores de sus productos.
El personal es muy atento y profesional. Pedimos fino Cobos y Pompeyo, el segundo con más crianza pero bastante suave a como lo recordaba. Ambos están bien, y en esta taberna el precio del medio cuesta 1,6 euros. ¡Que está bastante bien!
El tapeo es bueno. Pedimos una ensaladilla com una lajas de ibérico y un guiso de garbanzos con ibérico muy buenos: plato grande, y poca cantidad para los 9 euros. Pero exquisitos, en realidad son garbanzos con algo de trozitos de callos, oreja, aunque apenas se podía distinguir.
 También se pidió rosado de Coto de Hayas, un garnacha de buen color y un intenso aroma a chicle de fresa, quizás excesivo.
En resumen, una taberna con aspiraciones y con buenas materias primas, y de precio medio-alto. Vale bien una visita para conocerla.





miércoles, 12 de marzo de 2014

Taberna El Burlaero

En esta ocasión nos fuimos a una de las tabernas más típicas, con todo lo que eso significa para lo bueno y malo. Fue fundada en 1972 y está apartada del trajín de la calle Deanes en plena Mezquita. Hay que entrar por la Calleja de la Hoguera, una de las calles más bonitas de Córdoba. La columna que está en medio de la calle ya cerca de la Casa Árabe es uno de los rincones más tranquilos y vistosos de la Judería.


La Taberna tiene una decoración totalmente taurina y además tiene espectáculo flamenco: típico, ¿no? Se puede uno sentar en las mesas de la entrada, y disfrutar ya de los días primaverales en los que la luminosidad inunda todos los rincones. En este local se reunían los miembros del Aula del Vino, y se pueden ver fotos de Manuel López Alejandre, y del que siempre he considerado uno de los más amenos relaciones públicas del vino en nuestra ciudad: Fernando Pérez Camacho, nuestro querido profesor de viticultura.

En cuanto a la carta pedimos varias tapas con nombre taurino: manoletinas, capote, que se cobran aparte (como toda la vida, y a un buen precio, a 2,5 euros); están sabrosas, pero para los tiempos actuales son algo caras. Hay que tener en cuenta que es una taberna de la zona más turística de la ciudad y aparentemente tiene todo lo que se podría pedir de algo típico.
En cuanto a los vinos, tienen dos: de la bodega Ortega Marín, un fino con bastante nervio, agradable en boca, y buenos aromas de frescor: El otro es del Lagar Blanco, bastante más hecho pero muy plano, con pocos aromas. Este fino lo hemos probado en rama, sin filtrar, en la Taberna Salinas de la Judería y es una delicia. Pero éste estaba envasado y cambia mucho. Me gustó más el primero y que además ha sido la primera vez que lo he catado.

En resumen, una taberna para pasar de vez en cuando por sus alrededores, pero que tiene actualmente una gran competencia en los numerosos locales de la zona, muchos de ellos mejores.