Su ubicación es perfecta, cerca de concurridos edificios públicos, con sombras para el verano y amplio con los dos salones que lo forman.
Si se fija uno bien el cartel de entrada tiene la misma decoración en rojo y letras en negro de un restaurante chino.
Una vez allí, los camareros atienden muy rápidamente y el viernes de marras íbamos como siempre con poco tiempo.
Nos percatamos de que había una pareja de bien parecidos chinos, que estaban al fondo y pendientes de camareros y clientes. Ellos son los dueños actuales. Muy amables los dos, sabiendo estar en su sitio, realmente guapa ella.
Son muchos los negocios regentados por chinos, desde las típicas tiendas, hasta fruterías y supermercados.
Conocía que algunos bares o restaurantes estaban regentados por ellos, como el Danubio en la Av. de Cádiz, pero en esta caso aunque contrataron cocineros de aquí, no pudieron repetir el éxito de los primeros dueños.
Todo esto viene a cuento de los comentarios que los profesionales del sector hacen acerca que un buen personal de sala multiplica el trabajo de la cocina. Y este es el caso del Mesón El Otro Barril que visitamos, atentos y eficientes.
La cuenta muy económica: cuatro cervezas, tres medios, tapa ensaladilla (casi media ración), 13,3 euros incluyendo las tapas correspondientes.
Por motivos laborales suelo visitar El Otro Barril. Personal impecable. Muy amable i siempre atentos. Tanto el menú como la carta de taberna, apetecible y económico. La nueva dirección con muchas ganas de mantener lo que viene ya siendo un clásico. Chapeau!
ResponderEliminarY
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminar