domingo, 8 de noviembre de 2015

La Pérgola, un sitio sencillo y que se está bien

   La Pérgola es un bello edificio construido en 1930 para disfrute de la ciudad. Sin embargo, siempre la he recordado cerrada excepto cuando la Feria de Mayo ocupaba los jardines de la Victoria. 
   Después, se convirtió en bar de copas, un sitio tranquilo donde pasar un rato al fresco de los jardines y que ponía mística en directo. Se le llamó Café La Musiqué. Pero cerró. Parece que los vecinos se quejaban del ruido y por presiones varias, se cerró. Y eso que llegó a plantearse como sede de la posible oficina cuando Córdoba fuera Capital Cultural 2016. Pero todo eso de Capital Cultural voló, y quedó cerrada.

   Ahora, este año, al fin ha abierto. Es una sociedad la que la gestiona y el espacio se alquila en cubículos. 
   El sitio es perfecto, en el centro de la ciudad, acogedor, pero se ve poco movimiento. Al menos en la parte más lúdica: en la cafetería o bar de aperitivos. Si estuviéramos empleando el inglés como reclamo diríamos que es un snack-bar.
   Se supone que es el lugar de 
esparcimiento de los inquilinos de alquiler y los que estén por el centro, que toman un tentempié, una ensalada y una bebida. Y eso es, y se está muy bien, si sólo se quiere tomar un aperitivo.
   Había apenas unas mesas ocupadas, un viernes al mediodía, cuando la gente se empieza a mover. Da la impresión de que se merece mejor suerte.
   ¿Por qué? Porque se está tranquilo, y las vistas son muy agradables. Y tienen carta pequeña pero a buen precio.
   Por ejemplo, pedimos una ensalada preparada con tomate y con queso mozzarela (o sea que éste sabía poco) y aliñado con salsa pesto. Por 4 euros.

   Y para terminar, no hay mucho más, un bocadillo con semillas de lino y relleno de lacón y queso. También a 4 euros. En los bocadillos hay varias opciones de relleno.

En cuanto a vinos, tiene también una carta escasa pero bastante completa, con blancos, tintos, rosados. Nosotros a lo nuestro, tras una cerveza fría el fino. Era el Tertulia, un vino siempre correcto.

En resumen, esperemos que vengan buenos tiempos para la Pérgola, y que los nuevos propietarios amenicen su espacio, porque el sitio lo tienen.
Pero es de esos lugares, que son poco visibles, aunque con la experiencia del Mercado Victoria, cualquiera sabe. 
Por cierto, se comentó que su destino, el de la Pérgola, era ser una segunda parte de dicho Mercado. 
Lo dicho, suerte, y si pueden pásense a echar un rato tranquilo.







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