Si se visita su página en tripadvisor, muchos usuarios comentan que así han comprado otras cosas en el mercado: todos parecían que podrían ganar, mas la idea final puede ser convertir el mercado en otro mercado victoria con el tiempo: lo que se emplea, perdura, pero creo que los puestos perderán un extra de ventas.
En fin, que Alfonso y su familia buscaron un local y por ahora están en Ciudad Jardín, en Camino de los Sastres, donde antes estaba el Loro Verde. Fuimos con unos amigos que habían visitado Los Hollejos en el mercado, y sabían más que yo de sus movimientos.
Ahora mismo, Los Hollejos es quizás las vinoteca más económica de Córdoba. Un gran surtido de vinos, que pueden ser abiertos sin problema. Olé por ellos. Con cada copa o cerveza sirven una tapa gratis. Muy bien presentada, pero que dejan que desear algunas.
Si hago un repaso, tomamos vermut Amanecer de la Cooperativa La Aurora, aunque esté contenido en botellas preciosas de Alvear. Pensaba que era de Alvear, que es uno de los mejores, porque el Amanacer es bastante dulzón.
Después ante tanta oferta me fui como siempre a por las rarezas: no lo puedo evitar. Y la primera fue Bobal de Dominio de la Vega. Un tinto que tenía ganas e probar porque me han gustado los vinos de esa variedad levantina (Util-Requena). En nariz es sugerente, con aromas a fruta roja, moras, café y en principio amargo en boca, buena acidez, pero que después va mejorando porque en principio es más astringente de la cuenta, por su verdor. Tiene tres de meses de crianza. Está bien, correcto.
También se pueden pedir platos más grandes por sólo 4,5 euros, abundantes, para ese precio. La carne de cerdo guisada estaba muy bien hecha, sabrosa. Los cardos estaban más ácidos de la cuenta. En mi casa los hacemos mejor, ya que es una verdura que no es fácil de hacer.
A partir de aquí fuimos compartiendo vinos para no acabar más cargados de la cuenta, porque hay que cuidarse.
El siguiente fue Hacienda Zorita, un tinto de la Ribera del Duero de Salamanca (Arribes) con muchos aromas de crianza, más clásico. Y el Coto de Hayas (Garnacha-Tempranillo) de Campo de Borja (Zaragoza), también la crianza presente aunque con algo más de fruta que el primero. Son vinos correctos, de batalla, y que son servidos a 2,4 euros la copa, bien servida. Lo dicho, los Hollejos se trabajan bien los vinos.
Y otros vinos que probamos fueron el Enate Tempranillo-Cabernet Sauvignon), bien hecho, en nariz y en boca.
Y un blanco, el blanco Chardonnay Hacienda Princesa de Vinos de la Tierra de Castilla, cerca de Valdepeñas. Tiene un excelente aroma a piña, fruta y aroma dulzón. En boca es untuoso, con buenas lías ya que se elabora fermentando las uvas en barricas de 500 litros. Un vino curioso y a tener en cuenta.
Y en cada copa una invitación, totalmente asegurada, ya que están pendientes de los clientes.
Quizás el nivel de las tapas, excepto el salpicón y la carne guisada, bien aliñados y sabrosos, no es como se espera y se nota que en alguna tapa la materia prima es congelada. Como las espinacas, sin apenas sabor.
Y comentaba Alfonso que están a la espera de poder tener pronto la capacidad de poder elaborar comida en el local, porque hacen como muchos bares que lo hacen en otro sitio y simplemente calientan. No es el único bar que he visitado con esa situación. Pero en el caso de Alfonso, que provenía del Mercado y en que se elaboraba todo muy fresco, bien a la plancha o frito, aquí se encuentra con capacidad de maniobra reducida.
Las ultimas consumiciones fueron gratis, gracias a la deferencia de Alfonso por lo que la cuenta resultó muy conveniente. Comimos cuatro personas por 29 euros y probamos variados vinos. Muy bien, pero deben mejorar en algunas tapas.
Habrá que probar otra vez en los Hollejos y catar nuevos vinos.
Por cierto, allí me encontré a Jaime, antes socio de la Asociación y que me dio gran alegría ver de nuevo. El se ha hecho un asiduo de los Hollejos desde hace tiempo, y considera de gran valor la capacidad de la vinoteca para probar muchos vinos a buen precio.
La vez que estuve me gustaron las tapas de albondigas y de anchoas. Los vinos tintos están frescos y muy buenos. El problema de este local es el ruido que hace difícil conversar. Deberían colcar cortinas o algo que absorbiera el sonido.
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