La Taberna Casa Bravo se encuentra en el interior del casco pegando con la Puerta Almodovar, muy cerca de la Casa Sefarad y de la sinagoga. Gracias a la peatonalización del casco han montado cuatro veladores en la puerta donde se está bastante tranquilo. Tienen el vino fino de Doblas de la tierra que es de los mejores que se pueden tomar: apenas afrutado, tiene buenos aromas de crianza, a levadura, algo de frutos secos y una muy buena acidez. Aunque sin filtrar presenta un atractivo color amarillo verdoso, típico de los vinos de Moriles. La taberna lo tiene en bag-in-box y se conserva bastante bien.
Dos
tipos de vino fino únicamente pero el otro, el Amargoso del Gallo, es
poco recomendable. Tienen una carta de tapas bastante amplia y en varios idiomas. El revuelto de bacalao que nos pusieron mediocre y los boquerones
fritos pasables.
El camarero que nos atendió correcto y simpático
resolviendo todas las dudas que le planteamos. Dentro del local, la musica estaba un poco alta. Hay que tener en cuenta que esta taberna es de las más activas en la ciudad en cuanto a actuaciones de cante y tiene un buen ambiente flamenco.
Para
aparcar la bicicleta el aparcamiento bici más cercano y seguro es el de
la comisaría de policía en la calle Doctor Fleming. Allí seguro que no
te la tocan.
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