Esta es la crónica de cata de Tina Domínguez, la reportera más dicharachera de aderramar:
El día jueves 10 de Marzo un grupo de jóvenes del club aderramar asistimos a una cata-maridaje con vinos del grupo Codorniú en la taberna gastronómica Ziryab de Córdoba. El ambiente del sitio como siempre, moderno y acogedor. A destacar de esta cata-maridaje, que de cada vino había una carpeta con información muy detallada del mismo, y que mi corta experiencia, me pareció muy útil para seguir fácilmente las explicaciones y claro está para aquellos, como era nuestro caso, que vamos a cada cata para sumar experiencia y conocimiento nos vino que ni pintado.
La cata fue dirigida por el propietario de la Vinoteca Shiraz, de Claudio Marcelo.
El primer vino fue un Raimat Viña 27 Chardonnay, un blanco, de producción integrada, en Lleida. La uva francesa, borgoñesa, se caracteriza por unos olores a fruta intensos y ácidos. De color dorado, con reflejos verdosos. Una densidad alta de uva madura, no típico hasta ahora de vinos jóvenes. En nariz se apreciaban aromas a vegetal y cítricos, y en boca se hacía ácido pero el final era menos cortante. Nos pareció más suave que un verdejo, otro tipo de vino blanco muy consumido. El maridaje que acompañó a este vino presentado en unos platos -que podíamos definir de una apariencia moderna- fueron una terrina de foie con manzana verde caramelizada y un bacalao con muselina de pimiento rojo, que nos resultó exquisito.
El segundo vino a degustar fue Viña Pomal Centenerio Crianza, proveniente de Bodegas Bilbaínas. Su nombre de Centenario hace alusión al aniversario de los 100 años desde que se fundó la Bodega. Su uva, la tempranillo, muy típica en la Rioja, y es la primera que se recoge. Con crianza de doce meses en barrica de roble americano. Visualmente, un color rubí oscuro y en nariz, claramente a frutas rojas, es un vino recio, excelente acompañante y potenciador de carnes, por ello, el maridaje que lo acompañó fue una gustosa carrillada glaseada con jugo de vino tinto y zanahorias al vapor y una “peculiar” papada confitada con puré de patata y trufa.
Por último, para terminar esta estupenda velada, nos atrevimos con Legaris Roble, también proveniente de uva tempranillo, y que a diferencia con el anterior, es un vino más joven con sólo tres meses de permanencia en barrica americana. Sin embargo, sí podemos decir que tiene gran potencia frutal, destacamos el olor a fruta muy presente. Es un vino ácido y fuerte, que podría ser una adecuada combinación con el postre que degustamos, fruta de pasión con mouse de chocolate blanco.
Fue una cata-maridaje que los seis asistentes disfrutamos y gozamos, por supuesto, aquí estamos esperando que haya una próxima a la cual podamos asistir todos los que pertenecemos al club aderramar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario