martes, 5 de abril de 2022

Cata de vinos elaborados con la variedad autóctona, Montepila

    Pues sí, más que probar marcas de vino, en esta reunión tratábamos de catar vinos con la antigua y autóctona variedad Montepila. Esta vid se encuentra calificada como vidueño en la DO Montilla-Moriles, y se ha empleado para bajar el contenido en azúcar de las uvas Pedro Ximenez, ya que ésta supera con facilidada los 250 g/L, mientras que la Montepila como mucho se acerca a los 200. La pregunta es ¿qué puede aportar por sí misma la Montepila, si se elabora sólo como única variedad de uva? Pues en principio, pocos grados de alcohol en los vinos, pero tiene algo que no tiene la PX y es un hollejo duro, más aromático, que puede que se le pueda sacar algo más.

 
 
    Y de eso se trata este entrada, que en Córdoba se elaboran vinos con Montepila, para nosotros desconocido, ya que estoy dirigiendo un TFG sobre esta misma variedad: cuando los planteamos, no sabíamos que ya hubiera Montepila en el mercado. Afortunadamente, se hicieron mifificaciones en la elaboración que han hecho y conseguido ser un trabajo original. Las modificaciones son: maceración carbónica prefermentativa en frio con los racimos enteros, tras la fermentación a baja temperatura se siguió una crianza sobre lías finas, y embotelló. Los vinos Montepila que hay en el mercado los elabora una nueva bodega, Hathor, liderada por gente joven, como Angie, una brillante vitivinicultora que realizó estudios de 2º ciclo en un ciclo superior en Montilla. El extraño nombre hace referencia a la diosa egipcia de la salud y el equilibrio físico y mental. Ellos elaboran la Montepila, mediante maceración de las uvas rotas con sus hollejos a baja temperatura durante 15 horas, fermentación, tratamiento de las lías y posterior crianza en barrica nueva de roble francés por 3 meses.
 


    El jueves, 31 de Marzo, nos juntamos en casa personas aficionadas al mundo del vino y otras de la Asociación de Sumilleres, además de Angie. La cata fue a ciegas, con Fernando como maestro de reparto de vino que dispuso las botellas nuestras: unas sin lías, otras con lías (todas elaboradas en el 2020, o sea con 2 años y 6 meses); y las de la bodega Hathor (con 3 meses desde el embotellado), en orden desconocido por todos menos él. Al final, la primera botella con el vino más evolucionado en color fue el nuestro sin lías, el segundo fue el tratado con lías (muy joven por el color) y que apenas se diferenciaba en tonalidades con el de la bodega. Las lías, son siempre las lías, como mejor antioxidante natural del vino.

    En la cata (12 prticipantes) y valorando los atributos de cada vino en nariz y boca, según la puntuación de la hoja de cata sobre 90 puntos, en vez de 100 puntos, ya que no se valoró el color puesto que los tres tenían un precioso color. 

De las notas de cata salió lo siguiente:

- el vino de la bodega Hathor consiguió 62,5 puntos, sobre 90;

- el vino sin tratamiento de lías, 56,3 puntos, sobre 90;

- el vino con tratamiento de lías, 55 puntos, sobre 90.


Desde aquí agradecemos a los participantes su colaboración.





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