lunes, 20 de junio de 2011

Cata de cervezas del grupo Heineken


Javier Soriano, catador, formador y de Gambrinus Hostelería, dirigió la cata en la Escuela de Hostelería, y organizado por la Asociación de Sumilleres. Tras comentar datos de producción de cerveza de Heineken España (Amstel, Cruzcampo y Heineken) con 12,5 millones Hl/año, de los cuales 5 en lafábrica de Sevilla (Cruzcampo), dio datos de consumo: 48,3 litros de cerveza per cápita/año, un 4,7% menos que en el 2009. A consecuencia de los obligados cambios en hábitos en estos últimos años, el consumo en hogar había superado al registrado en hostelería.
Una vez dadas algunas nociones de historia de la cerveza y los modos actuales de su elaboración: de malta y derivados (por lo general maíz), de sólo malta, de trigo, fermentación en frío o en caliente (a 18ºC), de abadía, se pasó a la cata de cervezas y a las tapas que habían ideado para su acompañamiento.
La cata de cerveza debe empezar por el color, permanencia y untuosidad de la espuma.
En cuanto a aromas, los que se aprecian facilmente y que a su vez son primarios, por ser su origen la fermentación del cereal, son los de pan, levadura y cereal, y como secundarios se pueden apreciar por lo general sutiles aromas a flores y frutas.

Y las cervezas catadas fueron:
Birra Moretti, de trago fácil, más suave que amarga, fresca.
Cruzcampo light, 2,4% alcohol, con un curioso aroma frutal. No me cuadró su combinación con la crema fría de tomate y albahaca con brevas.
Desperados, incluye en su composición, ácido cítrico y aromas de tequila. Algo abocada (dulzona), amarga y cítrica, en suma una cerveza rara . Con esta cerveza se busca al consumidor joven. Sin embargo, hizo una buena combinación con el paté dos salmones con hojas tiernas.
Paulaner Salvator, 8% alcohol, con una segunda fermentación en botella por lo que no está del todo limpia. Color ámbar oscuro, aromas a caramelo, a levadura, orejones. Es amarga y dulce a la vez, con buen cuerpo. Se combinó muy bien con ensalada de judía vedes y magret de pato.
Paulaner Hefe-Weisbier, 5,5% alcohol y con un 60% de trigo y 40% cebada. Turbia. Aromas a fruta madura, plátano maduro, levadura. Muy ácida, fresca, con cuerpo, algo astringente. Buena caerveza: con el bacalao confitado en salsa de jamón, la cerveza ganaba al plato.
Cruzcampo Gran Reserva, 6,4% alcohol. Aromas a manzana, regaliz, levadura, amarga, algo dulzona y con cuerpo. Buena cerveza y agradable combinación con secreto ibérico con puré de patatas y avaellanas.
Por último, la sorpresa, una cerveza de postre.
Mort Subite, con fresas de primavera. Se elabora al sur de Bruselas donde hay las levaduras precisas para que ocurra la fermentación espontánea, lo que le da mucha acidez, y tiene un ligero paso por madera, ya que en ella se macera la cerveza con la fruta. Huele a frutas, flores, acompañado de una espuma ligera, para no olvidar que es una cerveza.

Excelente presentación de Javier Soriano, con atención a toda duda planteada y demostrando claramente la capacidad de las cervezas, ya no sólo de refrescar sino de acompañar y hasta ganar a algún plato. Y en esta ocasión, los platos servidos fueron exquisitos, muy bien ideados y presentados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario