miércoles, 11 de febrero de 2015

El Casino Militar en la Av. República Argentina

Este edificio de los años 30 tiene torres al estilo granadino que le hacen ser un vistoso ejemplo de la arquitectura moderna y a la vez costumbrista. Está situado al final de la República Argentina y junto al hotel oxidado (como se conoce al Hotel Eurostars Palace) o como siempre se ha conocido en esta ciudad, el Hotel Meliá. Tiene tres plantas y en la primera encontramos el Casino Militar tras pasar por un amplio patio central porticado con elegantes columnas.
El Casino, tiene una gran y amplia sala desde la que se puede dominar el tránsito, a imitación del Círculo de Amistad. Y es verdad que parece el casino una réplica de éste, aunque militar.
La entrada por supuesto es libre, pero guarda en la decoración todavía recuerdos de un uso más exclusivo.
La primera vez que fuimos coincidió con los funerales del cabo muerto por artillería israelí en el Líbano, y que servía en la Brigada que está en el Cerro Muriano. Ese día, ya se había celebrado el acto y el casino estaba repleto de militares, guardias locales y más personal. No era por tanto, un día para hacer fotos y tras tomar un cerveza y una buena tapa de arroz nos fuimos. Hay que ver cómo es el trabajo de un restaurante: el camarero nos dijo que la noche anterior cerraron a las dos y a las nueve en planta otra vez.
Bien, pues en la segunda visita el ambiente era más tranquilo, mucho más, con poco cliente y que nos hace imaginar cómo debería ser en sus tiempos el casino: tranquilo, buen servicio, viendo pasar el tiempo por la ventana, descansar y charlar con los amigos.
El grupo que formamos (en la foto falta el autor de esta entrada) es para echar un buen rato y empezó bien, porque uno que llegó rezagado le dió por preguntar en la conserjería del edificio dónde estaba la cantina, como en los tiempos de mili.
- No, señor, aquí no hay cantina, es un restaurante. Al fondo del patio.
Tiene una buena carta, aunque con las consumiciones nos pusieron una buena ensaladilla, y de gratis dos platos de migas. Bien. Esas migas eran parte del menú diario, por lo que gracias al jefe de cocina por su amabilidad.

Como el entrante era consistente, sólo apetecía algo más ligero y pedimos una media ración de calamares fritos. Muy ricos, con sabor ya que otras veces están tan lavados que apenas saben.
Del fino, tenían dos, ambos de Bodega Delgado, de Puente Genil. El fino Manolo y el Tertulia, ambos muy agradables en boca, ligeros. Estos vinos cada vez se ven más en las tabernas de Córdoba; la parte comercial parece funcionar muy bien.

El resultado de la consumición, por tres cervezas, ocho medios, las dos raciones de migas (gratis), y la media de calamares (4,5 euros) salió por 16 euros. Muy bien.
Conclusión: es un restaurante que me ha gustado, cómodo, amplio, bien servido, aún poco conocido (no hay cartel o luminoso en la puerta), de buen precio y buena cocina. Relación calidad-precio, notable alta: 8,0.

A tener en cuenta, la terraza trasera, como se ve amplia, cómoda, tal como es el restaurante por dentro.
Por cierto, el Casino Militar lo regenta actualmente Savoy, sí, la cadena de pastelerías.








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