Como sabéis, cada año tiene lugar la cata del vino de Montilla-Moriles organizada por el Consejo Regulador y al Ayuntamiento de Córdoba en el marco del Mayo cordobés...
En esta 27 edición (se dice pronto, 27!), estuvimos presentes algunos miembros de A Derramar, repartidos entre viernes, sábado y domingo, lo cual nos permitió acercarnos a algunos ilustres de las bodegas como Rafa (dueño de Bodegas Delgado), Adela (Directora de Marketing y Eventos de Bodegas Pérez Barquero) y algunos miembros de la casa de Toro Albalá. Sin duda 3 de las mejores bodegas de nuestra Córdoba.
Además de catar sus vinos y compartir impresiones con ellos en sus respectivas casetas, tuvimos tiempo de solventar dudas acerca del proceso de elaboración de sus vinos, la vendimia, la filosofía de la casa, etc. lo cual hizo el rato echado
más formativo y ameno que nunca...
Gracias a presentarnos en el marco de A Derramar, además, tuvimos acceso a algunas de las más grandes joyas que se elaboran en este país y que en demasiadas ocasiones pasan desapercibidas para el común de nosotros. Bien por sus precios, bien por su escasez, bien por la falta de promoción o bien por nuestra propia incapacidad para dar valor a lo nuestro. El caso es que tuvimos la maravillosa ocasión de catar el PX más prestigioso de la bodega Delgado (Elio Berhanyer), junto con su dueño, así como el fantástico PX de bodegas Toro Albalá, Gines Liebana 1910.
Dos impresionantes vinos procedentes de soleras infinitas, que son capaces de transmitir un misticismo tal en su nariz y en su untuoso paso por boca que deja a uno sin capacidad de razonar... vinos de meditación, de reflexión, de levitación. Maravillas de Montilla que si se llamaran Burdeos-Sauternes seguramente estaríamos todo el día hablando de ellas...
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